Porque esta clase de contratos puede generar sospechas de corrupción
En el tercer y último debate escuchamos a Ricardo Anaya acusar a Andrés Manuel López Obrador de haber entregado contratos de obra pública a través de la adjudicación directa, cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal a una empresa del ingeniero José María Riobóo, por un valor de 170 millones de pesos.
Estas adjudicaciones directas son legales y además es una práctica que está contemplada en la ley federal y en leyes locales. Te explicamos un poco más.
CONTRATOS PÚBLICOS
El gobierno no tiene la capacidad para poder ser autosustentable. Es decir, que no puede hacer todo de una manera autónoma y es por eso que pueden contratar bienes y servicios a externos.
Por eso se buscan a empresas o a personas para que ellos sean los encargados de construir caminos, escuelas, darle mantenimiento a las computadoras, o hasta para venderles el papel de baño, entre muchas otras cosa más.
Para eso existen tres tipos de contratación, las cuales son la licitación pública, la invitación restringida y la adjudicación directa, de acuerdo con la Guía de compras públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La primera opción es la licitación pública, la cual es una invitación abierta al público general y dependiendo para que se abra, es la posibilidad que tienen distintos personajes para competir y brindar un servicio. De esa manera el que mejor oportunidades otorgue es el que gana.
Por último, tenemos la invitación restringida y la adjudicación directa. Estos casos se llegan a ocupar, de acuerdo con la ley, por temas de "defensa o seguridad del Estado" o si solo hay un único proveedor que pueda hacer el trabajo que se requiera.
La Secretaría de la Función Pública (SFP) también explica los motivos del porqué se puede adjudicar directamente un contrato, y lo dice muy claro: ya sea por casos de fuerza mayor, como por ejemplo, que solo una persona tiene las patentes, derechos de autor u otras exclusividades o que por hacer pública la información se llegue a afectar la seguridad nacional o seguridad pública y que estas contrataciones se ocupen con "fines exclusivamente militares".
La Secretaría de la Función Pública también recomienda que siempre se utilicen mínimo a tres personas en las invitaciones restringidas para que se siga manteniendo las ventajas de la competencia.
Además, la secretaría prepondera que se utilice la licitación pública o la invitación a tres contratistas sobre la adjudicación directa por dos factores: ni la sociedad ni el estado reciben el beneficio de una competencia y porque resulta "más cuestionable la transparencia de selección del contratista o proveedor".
¿PEÑA NIETO TAMBIÉN USÓ ADJUDICACIONES?
En la administración del presidente Enrique Peña Nieto, 7 de cada 10 contratos firmados fueron asignados mediante adjudicación directa, con los mil principales proveedores del Gobierno de la República, de acuerdo con el "Índice de Riesgos de Corrupción: el Sistema Mexicano de Contrataciones Públicas" realizado por el IMCO y con base en el análisis de 700 mil procedimientos de compras públicas del gobierno federal, de 2012 a 2017.
Cabe aclarar que en el propio estudio, IMCO aclaró: "Este índice mide riesgos, no emite sentencias, identifica problemas potenciales, no casos de corrupción. El riesgo de corrupción es igual a una falta de competencia, falta de transparencia y anomalías".
Con estas cifras tenemos que el 70% de los contratos se realizaron directamente sin mirar a la competencia y se asignan de manera directa. Y como dijo la SFP, se levanta la sospecha sobre el proceso de transparencia.
¿ES CORRUPTIBLE?
En la publicación "Ineficiencia y riesgos de corrupción en obra pública: caso de estudio del tren interurbano México. Toluca (TIMT)" realizado por el IMCO, nos muestran distintas maneras en cómo la corrupción ataca estos contratos públicos.
El estudio explica que la corrupción no solo existe en el momento en el que el gobierno interviene para que alguien gane una licitación junto con un "pago extraordinario", sino que también puede estar la semilla corrupta en distintas etapas, como en la planeación de la obra al no tener un plan específico de lo que se va a hacer; cuando se evalúan las propuestas y se filtra información para favorecer a alguien; cuando se se supervisa la calidad y funcionalidad de la obra porque existen pagos no justificados y modificaciones a los contratos.
López Obrador dijo que sí adjudicó contratos a José María Riobóo de manera directa, pero que todo fue con transparencia y conforme a la ley.