Porque muchos políticos llegan a un cargo y aunque están ahí para cumplirlo, no lo hacen
De la alineación original de 128 senadores que rindieron protesta el 29 de agosto de 2012, más de la mitad (67 legisladores) han “chapulineado” de sus escaños, ya sea para ocupar otros cargos de elección popular, asumir responsabilidades en la administración pública, buscar algún puesto partidista o por “motivos personales”.
Sin embargo, para las próximas semanas se prevé que esa cifra se eleve a 77 senadores, ya que diez están en la antesala de solicitar licencia para “brincar” a otro cargo.
De esos 67 senadores que han utilizado al Senado de la República como “catapulta natural” para brincar a otro cargo, destacan 33 que a lo largo de estos más de cinco años han solicitado licencia y que han regresado a sus respectivos escaños.
Sobresale el caso de la priista Lilia Merodio Reza, quien en dos ocasiones solicitó licencia (una para competir por la candidatura del PRI al gobierno de Chihuahua y la otra para buscar la dirigencia estatal de ese partido) y tuvo que regresar a su puesto legislativo al no lograr su propósito, pero que ahora solicitó licencia por tercera vez para ir por una diputación federal.
Otro caso es el del panista Jorge Luis Preciado, que compitió en dos ocasiones consecutivas por la gubernatura de Colima, pero en el intervalo entre la elección constitucional y la extraordinaria, retomó sus labores legislativas.
También está la experiencia de Raúl Cervantes, del PRI, quien después de ser presidente de la Cámara alta solicitó licencia para irse a la academia, para luego regresar a su escaño e irse nuevamente, ahora como procurador General de la República.
En ese mismo esquema está la perredista Alejandra Barrales, hoy precandidata del Frente PAN-PRD-MC al gobierno capitalino, que primero solicitó licencia para ir a la Secretaría del Trabajo de la Ciudad de México, de ahí a la dirigencia nacional del PRD, de ahí regresar al Senado para salvar a la bancada de ese partido de su disolución, y otra vez solicitar licencia para buscar la Jefatura de Gobierno.
Los dos senadores que solicitaron licencia “por motivos personales” fueron Jorge Emilio González Martínez y Pablo Escudero Morales, ambos del PVEM.
De estos 67 senadores que han “brincado” de un cargo a otro 34 son del PRI, 15 del PAN, 8 del bloque PT-Morena, 5 sin grupo parlamentario, tres del PVEM y dos del PRD.
En esta etapa también se dio el fallecimiento de cuatro senadores: Alonso Lujambio Irazábal, del PAN; Manuel Camacho Solís, del PRD; Braulio Fernández Aguirre, del PRI, y Mónica Arriola Gordillo, de Nueva Alianza.
Hasta el momento son 14 los senadores (de la alineación original de 2012) que se encuentran en la búsqueda de un cargo de elección popular, uno para la Presidencia de la República por la vía independiente, Armando Ríos Piter; seis para gubernaturas, cuatro para una diputación federal y tres para alguna alcaldía.
Algunos de los diez senadores que ya perfilan su solicitud de licencia para los próximos días, a fin de brincar a otro cargo, son la morenista Layda Sansores, quien será candidata para la delegación Álvaro Obregón; la panista Mariana Gómez del Campo, quien busca abanderar a ese partido en la delegación Miguel Hidalgo, o la priista Angélica Araujo, que va por la candidatura del PRI al gobierno de Yucatán.