El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que ya abrió una investigación por el caso de Vanessa Dib Velázquez, joven a quien le imputaron las piernas por negligencia médica.
En un comunicado, detalló que trabaja en cumplimiento de la recomendación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), respecto a los hechos registrados en 2018 en Querétaro.
El Consejo Técnico del IMSS determinó la procedencia de la queja administrativa, la cual instruye el pago de indemnización por daño material, así como las medidas preventivas, correctivas y disciplinarias para garantizar que estos hechos no se repitan.
Además, mencionó que investigarán a fondo a los funcionarios públicos involucrados en los hechos. Incluso, reconoce la reparación integral del daño, la cual incluye, entre otras medidas, las siguientes:
- Pago de la compensación económica.
- Atención médica y psicológica y/o psiquiátrica que sea necesaria.
- Dotación de prótesis y de dispositivos que permitan su desplazamiento.
- Acceso a programas sociales que le otorguen oportunidades de desarrollo.
- Becas para sus hijos.
El IMSS aclaró que la compensación económica prevista en la reparación integral del daño es independiente del monto que en su momento se determinó a través de la queja administrativa.
En septiembre de 2018, la joven, de entonces 27 años, asistió al menos en tres ocasiones a la Unidad de Medicina Familiar número 9 (UMF-9) del IMSS en Querétaro, por un dolor abdominal. El diagnóstico fue infección en vías urinarias y colitis, por lo que se le dio tratamiento sin realizar estudios de laboratorio.
Acudió al área de ginecobstetricia en el Hospital General Regional número 1 (HGR-1) de Querétaro, para retirarse el DIU que se encontraba traslocado, el cual se extrajo con pinzas sin realizar previamente un ultrasonido o estudios de rayos X.
Tres días después, la víctima acudió a la UMF-9 por un dolor lumbar, donde se anotó como antecedente el retiro del DIU y que, sin llevar a cabo algún análisis, se le diagnosticó lumbalgia aguda. Pero la situación de salud de la mujer empeoró y se presentó en el área de urgencias de la UMF-9 y de ahí fue trasladada al HGR-1, donde ingresó por grave pérdida de sangre, gastroenteritis infecciosa y deshidratación severa.
Esto provocó que fuera necesario proporcionarle respiración mecánica a la mujer, que la intubaran y una transfusión sanguínea, y debido al paro cardíaco que sufrió, requirió reanimación por 30 minutos, se le realizó extirpación de útero y ovario y, posteriormente, se le amputaron ambas piernas en el hospital del IMSS.