Porque ambos han sido considerados como ejemplos nacionales
Uno fue considerado como un "ejemplo para los jóvenes" por Enrique Peña Nieto, mientras que el otro es una de las figuras más importantes del futbol mexicano e internacional. Nos referimos a Julión Álvarez y Rafael Márquez, el cantante y jugador mexicanos que este miércoles fueron acusados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de supuestos nexos con el narcotráfico.
¿Quiénes son, qué han hecho a lo largo de su carrera y qué implica para ellos los señalamientos hechos por autoridades de Estados Unidos? Aquí te explicamos.
RAFAEL MÁRQUEZ
Rafa Márquez, capitán de la Selección Mexicana de fútbol, el que representó a México en cuatro mundiales y es uno de los referentes históricos del balompié mexicano, ha pasado de ser un modelo a seguir a ser cuestionado por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
El jugador del Atlas de Guadalajara nació en Zamora, Michoacán, un 13 de febrero de 1979. A sus 38 años puede presumir de una carrera envidiable. Jugó en Europa para el club Barcelona, donde se coronó en la liga española, en la Champions League, y diversas copas europeas.
Ha sido seleccionado y capitán de México, donde también ganó la Copa Confederaciones, en 1999. Ha jugado en Italia, Francia y Estados Unidos. Hoy es el capitán rojinegro.
Esta es la más reciente publicación de Márquez, caminando en la plaza principal de Tlaquepaque, Jalisco.
Además, Márquez ha hecho labor altruista, muy celebrada en México. Sin embargo, precisamente son estas organizaciones las que presuntamente han servido para favorecer las actividades ilícitas del capo Raúl Flores Hernández.
Dichas asociaciones son la Escuela de Fútbol Rafael Márquez A.C., la asociación Fútbol y Corazón, el Grupo Deportivo Alvaner, Grupo Deportivo Márquez Pardo, Grupo Nutricional Alhoma, Grupo Terapéutico Hormaral, Grupo Terapéutico Puerto Vallarta y Prosport & Health Imagen.
Tras la información divulgada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el futbolista se presentó a declarar voluntariamente, según informó la PGR.
JULIÓN ÁLVAREZ
"Hoy amanecemos con una noticia donde pues nos están involucrando, nos están echando unas notas un poco incómodas", dijo el cantante de banda respecto a las acusaciones realizadas por las autoridades estadounidenses.
"Puedo decir que soy una persona de rancho, que me ha costado muchísimo lo poco o mucho que tengo"
Julio César Álvarez Montelongo tiene las empresas JCAM Editora Musical, Noryban Productions y Ticket Boleto, mismas que fueron ligadas al cártel de Raúl Flores.
El músico, quien se ha hecho famoso por formar parte de la Banda MS y hacer su propio grupo "Julión Álvarez y su Norteño Banda", aseveró que la investigación del Departamento del Tesoro puede ser una cuestión de "envidia o de celos". "No sé si políticas también", comentó el cantante.
¿QUÉ IMPLICA?
Como resultado de esta indagatoria, todos los bienes de estos dos personajes que estén bajo la jurisdicción de los Estados Unidos o que estén bajo el control de ciudadanos estadounidenses quedan congelados.
Asimismo, se prohíbe a los ciudadanos estadounidenses realizar transacciones con ellos.
La Procuraduría General de la República (PGR) aseguró este martes diversos bienes que pertenecían a Raúl Flores Hernández y a su organización criminal, incluyendo el Gran Casino de Guadalajara. La acción, detalla el Departamento del Tesoro, es el resultado de una investigación de la OFAC de varios años, la cual fue coordinada con la Administración Antidrogas, la Unidad de Investigaciones de Seguridad Interna, la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza y el gobierno de México.
Aunque opera independientemente, Raúl Flores Hernández conserva alianzas estratégicas con el liderazgo del cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco Nueva Generación. Sus vínculos con estos cabecillas de los cárteles de la droga han permitido que la organización criminal de Flores funcione con éxito desde los años 80 en Guadalajara, Jalisco, así como en la Ciudad de México.
Las sanciones por violaciones a la "Ley de Cabecillas" o "Ley Kingpin" fluctúan entre penas civiles de hasta un millón 437 mil dólares por cada violación hasta penas criminales más severas.
Las penas criminales para directivos de empresas puede ser de hasta 30 años de prisión y multas de hasta 5 millones de dólares. Las multas criminales para empresas pueden alcanzar los 10 millones de dólares. Otros individuos pueden enfrentar hasta 10 años de prisión y multas de conformidad con el Título 18 del Código de los Estados Unidos por violación criminal a la Ley Kingpin.