Porque este caso es inédito
Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, el científico mexicano acusado en Miami de espiar para Rusia, es considerado un benefactor en su estado natal de Oaxaca, aseguró el alcalde de la ciudad donde nació.
Hazael Matus declaró que el científico ha ayudado a establecer proyectos científicos en su ciudad de El Espinal y ha sido considerado un candidato para un Premio Nobel de Medicina.
Cabrera era conocido por su trabajo en tratamientos cardíacos y buscaba producir en su estado natal una pomada que ayudara a curar heridas y diabetes.
“Es extraño que esto haya ocurrido, porque era una persona muy altruista, con mucha conciencia social. Ayudaba a su gente y se me hace raro esto que pasó”, agregó Matus.
“No sabemos qué pasó, pero yo apuesto a que es una confusión o es un ataque en cuestión científica. Algo traía él o algo descubrió que está incomodando a las personas, a algunos intereses”, opinó.
Las autoridades de Estados Unidos aseguraron el martes que Cabrera había sido arrestado por actuar a nombre de una administración extranjera. Dijeron que un funcionario del gobierno ruso lo contrató para localizar el vehículo de una fuente del Gobierno de Estados Unidos en la zona de Miami e informar al ruso de su ubicación.
La fuente de la administración estadounidense, que podría ser mejor descrita como un informante, no fue identificada.
Tampoco estaba claro por qué un científico mexicano con residencia en Singapur podría haber sido elegido para tal misión.
Se fijó una audiencia de detención previa al juicio para el próximo viernes en el tribunal de primera instancia de EU en Miami y la lectura de cargos para el próximo 3 de marzo en el mismo tribunal.
El alcalde Matus describió a Cabrera como un chico inteligente que fue a Rusia para estudiar sus posgrados. Señaló que el oriundo de El Espinal nunca olvidó su ciudad natal y que, de hecho, recabó apoyo entre la comunidad científica para ayudar a reconstruir casas en el lugar después del terremoto de magnitud 8.1 el 7 de septiembre de 2017.
La ciudad tiene una importante comunidad indígena zapoteca.
Cabrera tenía programado asistir a reuniones en México el próximo lunes sobre una serie de centros de investigación que él estaba ayudando a establecer en El Espinal como parte de un gran proyecto de desarrollo con el Gobierno, que busca mejorar los enlaces ferroviarios entre el Pacífico y el Golfo de México a través del istmo de Tehuantepec, en el sur de México.
El proyecto de 430 millones de dólares es una de las prioridades de infraestructura del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cabrera fue uno de los principales promotores del papel de El Espinal en el plan, ayudando a reclutar universidades y agencias gubernamentales mexicanas para establecer allí centros de investigación sobre medicina, sismología, logística y otros temas.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, un funcionario del Gobierno ruso reclutó a Cabrera en 2019. El funcionario ruso luego le ordenó que alquilara una propiedad específica en el condado de Miami-Dade, en Florida, pero no a su propio nombre.
Cabrera viajó dos veces a Moscú para reunirse con el funcionario, aseveró la dependencia, y durante la segunda reunión recibió una descripción física del vehículo de la fuente del Gobierno de Estados Unidos.
El funcionario ruso le dijo a Cabrera que localizara el automóvil de la fuente, obtuviera el número de matrícula del vehículo y anotara la ubicación física del auto con el objetivo de proporcionar esa información en abril o mayo.
El Departamento de Justicia explicó que Cabrera, después de haber viajado desde la Ciudad de México a Miami el pasado 13 de febrero, atrajo la atención de un guardia de seguridad donde residía la fuente del gobierno de Estados Unidos. Una persona que acompañaba a Cabrera fotografió el vehículo de la fuente y su placa.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) detuvo a Fuentes y su acompañante cuando llegaron al aeropuerto de Miami el 16 de febrero por la noche para regresar a la Ciudad de México. Cabrera admitió ante los agentes de la ley que un funcionario ruso le había ordenado realizar la operación.