Desde hace unos días, en la alcaldía Benito Juárez (BJ), en al menos cinco colonias (Nonoalco, Nochebuena, Ciudad de los Deportes, Del Valle Norte y Centro) se ha reportado un fuerte olor a gasolina en el agua potable que llega a las casas de la zona.
Vecinos, políticos, expertos y las propias autoridades han puesto la mirada en el tema y advierten de riesgos en la salud de los ciudadanos por la interacción con posibles sustancias relacionadas con combustibles.
El tema ha llegado a tal punto en que pobladores han bloqueado calles para presionar al gobierno que encabeza Martí Batres para que atienda las múltiples denuncias al respecto.
Apenas este miércoles, el jefe de Gobierno informó que ya fue identificado y cerrado el punto se originó la problemática. En su cuenta de X, el mandatario capitalino aseguró que este pozo pertenece a la alcaldía Álvaro Obregón y abastecía a BJ; sin embargo, no detalló cuál era dicha fuente, ni qué originó la problemática.
El tema aún no está resuelto, pues falta que se den a conocer los diversos análisis de los muestreos del líquido contaminado.
En este marco, en Nación321 hacemos un recuento de algunos casos de contaminación de agua que han afectado a la población en diferentes puntos del país y aquí te dejamos algunos de los más emblemáticos por la agresividad de la contaminación que ha amenazado a pobladores, animales y el suelo:
RÍO SONORA, UN DESASTRE HISTÓRICO:
Uno de los casos más mediáticos y peligrosos ocurrió el 6 de agosto de 2014, en el río Sonora, cuando Grupo México derramó 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado, hierro, aluminio, cadmio, cromo, magnesio, plomo, arsénico y vanadio en un afluente de este torrente.
Se trata del peor desastre ambiental de la minería metálica en México, según las propias estimaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que contabilizó una afectación de 22 mil habitantes de 8 municipios sonorenses.
El grado de desastre provocado por la mina Buenavista del Cobre fue tal que, a casi 10 años de haber sucedido, aún se recuerda por la catástrofe ambiental que supuso el envenenamiento de las aguas que, entre otros efectos, incidió en la muerte de decenas de personas.
De acuerdo con un análisis entregado por la Secretaría de Salud y el Centro Nacional de Control de Enfermedades (Cenaprece), se identificó que un 85% de personas que participaron en el testeo tenían plomo en la sangre; un 50% tenía arsénico y 79%, cadmio, elementos venenosos.
Por su parte, en 2023, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) "elaboraron el 'Dictamen Diagnóstico Ambiental del Río Sonora' que, con base en evidencia técnico-científica, da cuenta de la presencia de contaminación en agua, aire, flora y fauna, así como metales pesados por encima de la norma y cuyas muestras están asociadas con la actividad minera y el derrame de 2014", informó la Semarnat en octubre de 2023.
Pobladores de 8 municipios que se negaron a abandonar sus lugares de origen —pese a un éxodo provocado por el envenenamiento de la zona— han denunciado padecimientos como leucemia, tumores y alergias relacionadas con la interacción con altas concentraciones de metales.
La ganadería, uno de los pilares económicos de la región, se desplomó y las pérdidas aún siguen sin ser cuantificadas por las autoridades que mantienen un proceso legal en contra de la empresa y un acuerdo vigente para resarcir el daño.
RÍO SANTIAGO, AFLUENTE CON DAÑOS CONTINUOS
La contaminación de este afluente, a diferencia del río Sonora, no tiene que ver con un hecho en particular, sino que es el resultado de una serie de malas decisiones humanas que hacen de sus aguas una auténtica bomba de tiempo.
De acuerdo con la Universidad Jesuita de Guadalajara (ITESO), hablamos de "uno de los cuerpos de agua más contaminados de México, debido a la descarga de desechos tóxicos de unas 250 industrias y empresas que se encuentran a lo largo de su cauce".
La contaminación del río ha causado graves problemas de salud en la población local, incluyendo enfermedades renales y cáncer.
¿Cuál es el problema? El río Santiago se encuentra en una zona industrializada donde se concentran empresas que generan desechos tóxicos, como lixiviados —que se forman durante los procesos de fermentación y descomposición de la materia orgánica acumulada, principalmente en vertederos. La filtración del agua procedente de la lluvia circula entre los residuos y arrastra compuestos químicos y materiales biológicos, generando un afluente altamente contaminante— y aguas residuales, además de desechos de granjas porcinas y cultivos con agroquímicos.
Además, la falta de tratamiento de las aguas residuales y la falta de regulación y supervisión por parte de las autoridades han contribuido a la contaminación del río, acusan pobladores y estudios al respecto.
La población de El Salto y Juanacatlán, municipios del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), son los más expuesto a la contaminación del río. Los habitantes de estas comunidades han denunciado la falta de acción por parte de las autoridades estatales y federales para limpiar el río y atender los casos de enfermedades relacionadas con la contaminación.
El diagnóstico no es bueno y las mismas autoridades locales acusan mal manejo para intentar sanear sus cerca de 8 mil kilómetros cuadrados que forman parte de la cuenca.
RÍO SAN PEDRO
Es un afluente del que poco se habla pero que ha sido analizado y los resultados no son nada alentadores en términos de salubridad. Este caudal se encuentra en el estado de Aguascalientes.
Un estudio realizado en 2011 evaluó las concentraciones de materia orgánica, nutrientes, tóxicos orgánicos, organismos coliformes y metales pesados en el principal corriente del estado de Aguascalientes.
Se encontró que durante su recorrido de aproximadamente 90 kilómetros por la entidad, recibe el aporte de 24 cursos de agua y cerca del 96% de las aguas residuales tratadas y crudas generadas por los diversos sectores.
La calidad del agua del río San Pedro se encontró seriamente contaminada por materia orgánica, nutrientes, tóxicos orgánicos y coliformes fecales.
El ingeniero geólogo Arturo Sotelo Rodríguez indicó que, en un estudio realizado, el 5% de las muestras de agua presentaron niveles de mercurio y cromo mayores a los límites permitidos; más del 96% de las muestras presentaron toxicidad en el agua.
De acuerdo con el Centro Ecológico El Huizache, "de manera clandestina se realizan por lo menos 350 descargas a lo largo de este cause que provienen de la industria y de fraccionamientos aledaños, ante los cuales no ha habido acciones de la autoridad competente para frenarlas".
RÍO LERMA, UN PENDIENTE DE HACE DÉCADAS
Es uno de los torrentes más importantes y conocidos del país. Por su importancia y extensión, ha sido objeto de múltiples estudios, como uno de la UNAM, que clasificó sus sedimentos (materia que está al fondo de este río) como "extremadamente tóxicos", e indicó que "es un indicativo del impacto de las contribuciones antrópicas de origen doméstico e industrial que recibe este importante cuerpo de agua".
En tanto, la UAM la advertido que las "descargas de residuos tóxicos industriales y domésticos a los humedales –áreas esenciales de protección para la vida silvestre– han ido perdiendo su calidad como bioma".
Las afectaciones que ha tenido este río en los últimos 50 años, lo pone en un delicado momento que lo empuja a la desaparición, alertan especialistas.
"De continuar este proceso contaminante, el Lerma, que es el río más largo del país con una extensión de 708 kilómetros, podría morir y causar serios problemas económicos en Querétaro, Michoacán, Guanajuato, Jalisco y el Estado de México", indicó Icela Dagmar Barceló Quintal, investigadora de la Unidad Azcapotzalco
"Sus principales contaminantes son desechos y químicos no biodegradables que impiden el flujo adecuado de ese afluente, en los bordes forman nichos para las alimañas y los metales pesados consumen el oxígeno del agua y se acumulan en el sedimento", precisó.
"La falta de oxigenación es causada por la materia orgánica, los materiales en suspensión, aportes agroquímicos y detergentes; los sedimentos, a su vez, son una fuente de gases como metano y amoniaco y la liberación o acumulación de contaminantes orgánicos e inorgánicos", que ponen en serio peligro su subsistencia y la de flora, fauna, suelos y personas a su alrededor.