Porque Duarte tiene muchas casas donde esconderse de la justicia mexicana
Si estás teniendo un mal viernes, después de una mala semana, piensa en Javier Duarte que seguro tuvo una peor. El gobernador con licencia de Veracruz lleva ya varias semanas malas.
Aunque dejó el cargo como mandatario de Veracruz, el 12 de octubre, para enfrentar las acusaciones en su contra e incluso prometió que no huiría del estado, Javier Duarte se dio a la fuga luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) ordenara su aprehensión el 19 de octubre.
A lo mejor, Javier Duarte pensó que con desaparecer del radar un tiempo el asunto quedaría en el olvido. Pero no contó con que este lunes 24 de octubre el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le advirtiera que si pudieron recapturar al narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán, cómo no iban a poder detenerlo a él. Con esas declaraciones, ni cómo estar tranquilo, ¿verdad Javier?
Para el miércoles 26, la semana de Duarte ya estaba más que arruinada. En un foro, Enrique Peña Nieto negó recordar cuando alabó a Javier Duarte, y a otros priistas que hoy están metidos en problemas, como ejemplos de la nueva imagen de su partido.
La puntilla para Javier Duarte llegó ese mismo miércoles por la noche. Luego de que no se presentó en el CEN del PRI para defenderse por las acusaciones que hicieron sobre él otros dos militantes, el partido hizo oficial la expulsión del exmandatario de Veracruz.
Pero el derrame de bilis no acabó ahí para Duarte. Este jueves 27 de octubre, el nuevo procurador federal, Raúl Cervantes, aseguró que la PGR está muy cerca de capturarlo. Así fue la semana de este político veracruzano.