Después de una década con un crecimiento meteórico que sacudió a Hollywood hasta la médula, Netflix ha topado con muro... y de qué manera.
El servicio de streaming perdió 200 mil suscriptores en el primer trimestre de este año, algo que no ocurría desde 2011.
Eso no es todo: Netflix también proyecta que perderá otros 2 millones de clientes en el segundo trimestre actual, configurando así su peor año de la historia. Inversionistas, analistas y ejecutivos de Hollywood estaban preparados para que la compañía informara sobre un lento comienzo de año, pero aún así esperaban que la plataforma agregara 2.5 millones de clientes.
Las acciones, que ya habían bajado más de 40 por ciento este año, se desplomaron en las operaciones posteriores al cierre.
La gerencia de Netflix señaló algunas causas de los ‘números rojos’. Por un lado, la prevalencia del uso compartido de contraseñas y la creciente competencia. La empresa indicó que hay 100 millones de hogares que usan su servicio sin pagarlo. Por ello, la compañía está experimentando con formas de registrar a esos espectadores.
“Nuestra penetración relativamente alta en los hogares, cuando se incluye la gran cantidad de cuentas compartidas en los hogares, combinada con la competencia, está creando obstáculos para el crecimiento de los ingresos”, escribió la gerencia en una carta a los accionistas.
Los resultados tendrán ramificaciones para todas las grandes empresas de entretenimiento. Después de ver a millones de clientes abandonar la televisión de paga por los servicios de streaming, los gigantes del entretenimiento de Estados Unidos se fusionaron y reestructuraron para competir con Netflix.
Los inversionistas alentaron este cambio estratégico, comprando acciones en compañías como Disney que demostraron un compromiso con el streaming.
Los problemas de Netflix harán que los inversionistas se pregunten si las compañías de medios que llegan más tarde al streaming registrarán suficientes clientes para justificar todo el dinero que están gastando en nueva programación.