Porque la inseguridad es uno de los grandes pendientes de este nuevo gobierno
La politóloga Denise Dresser volvió a poner en el centro de discusión el tema de seguridad que aqueja al país, esta vez no solo con cifras o con criticas al gobierno, sino relatando cómo ella y su madre fueron víctimas de extorsión.
A través de su columna publicada en el diario Reforma, Dresser detalló cómo fue contactada su madre, una mujer de 83 años de edad, para decirle que su única hija, Dresser, había sido secuestrada.
La politóloga narró que los delincuentes llamaron a su madre, le pusieron un audio con su voz y de inmediato le dijeron que su hija estaba secuestrada. Además ofrecieron datos precisos sobre la académica, desde sus horarios, rutina, cuántos hijos tenía y la dirección de su casa.
"Amenazaron con matarme si ella no seguía instrucciones precisas, lo cual hizo sin chistar, pensando en las veces que me habían amenazado, anonadada ante la cantidad de información que los extorsionadores tenían sobre mí y sobre ella. Obedeció, convencida de que si no hacía lo que exigían, no volvería a verme viva. Salió de casa en piyama y pantuflas, manejó a donde le indicaron, dejó el carro en una esquina con las llaves puestas, ingresó a un hotel en Tlalpan y ahí pasó la noche en vela, recibiendo llamadas amenazantes cada hora, esperando la siguiente indicación", escribió la académica.
Tras varias horas en el hotel, la madre de la académica pudo contactar a un empleado del lugar a quien le pidió que llamara a un número y así cerciorarse de que su hija realmente estaba secuestrada.
El empleado llamó y para la buena fortuna de la familia, Denise estaba en casa, sana y salva. Sin embargo, los delincuentes le robaron el auto que la señora dejó dos cuadra atrás.
Aunque la familia acudió a las autoridades, éstas le dijeron que probablemente toda la operación se hizo desde un penal y que no había mucho que hacer pues ya estaban recluidos.
Tras este episodio, la politóloga hizo un llamado a lectores y autoridades para alertar de este modus operandi que afecta a la sociedad mexicana y que al parecer también a periodistas y personajes públicos, pues cuando compartió su historia en un chat, varios de sus amigos aseguraron que también habían sido víctimas.
"Quisiera alertar a mis lectores y a la autoridad sobre un modus operandi que está afectando a periodistas, comunicadoras y personajes públicos. En solo cuestión de minutos, al narrar los hechos en un grupo de WhatsApp conformado por mujeres de renombre en distintos ámbitos del espacio público, me enteré de casos similares: extorsión intentada o extorsión lograda, y como tantos más, quedan impunes. Las víctimas viven al acecho, preocupadas por sus padres, pidiéndoles que ya no contesten el teléfono o lo cambien, comunicándose por otras vías, normalizando la anormalidad".
Además hizo una fuerte crítica a la manera en que el presidente está abordando el tema de inseguridad.
"Mientras tanto, Andrés Manuel López Obrador celebra que la inseguridad y los problemas del país no le quitan el sueño; goza comer barbacoa y tuitear sobre ello. Hay quienes aplauden la bonhomía y la algarabía presidencial. Yo no. Yo le reclamo que una madre de 83 años pasó la noche creyendo que su única hija estaba secuestrada. Y su Gobierno la dejó sola".
A través de redes sociales, el periodista Héctor de Mauleón dedicó su columna al tema y se solidarizó con la politóloga.
En redes sociales varios se pronunciaron al respecto y lamentaron la situación.
Horas más tarde, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum aseguró que se abrirá una carpeta e investigación y entrarán en contacto con la víctima. Además informó que trabajan para erradicar el delito de extorsión y que se tiene una estrategia para impedir que salgan llamdas de celulares desde los penales ubicados en la CDMX.