Estados Unidos y México mantienen una campaña en contra del fentanilo, un opioide sintético 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más potente que la morfina, convirtiéndose así en una droga más adictiva y peligroso, sin embargo, en la industria farmacéutica también es común encontrar esta substancia.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), afirma que existen dos tipos de fentanilo: el farmacéutico y el que es fabricado de forma ilícita.
En el caso de la industria de la medicina el fentanilo puede ser suministrado bajo las presentaciones de parches, soluciones inyectables y disolución para uso nasal. Mientras que en el mercado ilegal es más frecuente encontrarlo en pastillas, aunque también está disponible en polvo y líquido.
"Con frecuencia se añade a otras drogas debido a su extrema potencia, lo que hace que las drogas se vuelvan más baratas, más potentes, más adictivas y más peligrosas", exponen las autoridades.
En el primero de los casos, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), se suele emplear principalmente después de una operación para la atención de dolor crónico y en las etapas avanzadas del cáncer.
Sin embargo, no cualquier puede recetar un medicamento con fentanilo pues se requiere una cédula especial, según confirmó el médico especialista en adicciones Jonathan Hernández al diario El Financiero.
“Se recetan a personas que presenten un dolor crónico, puede ser una artritis, un cáncer, una fractura crónica o enfermedades terminales que contienen mucho dolor... Necesitas una cédula de especialista para recetar fentanilo, casi siempre la cédula debe ser de un anestesiólogo o de alguna persona que se especializó en la clínica del dolor”, explicó.
De hecho, sitios que comercializan fármacos con fentanilo lo definen como un "analgésico narcótico complementario en anestesia general o local".
Al igual que la heroína o la morfina, el fentanilo actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones. Después de consumirlo muchas veces, el cerebro se adapta a la droga y su sensibilidad disminuye, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea esta droga.
Los efectos del fentanilo también incluyen: felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar, pérdida del conocimiento.
Una persona intoxicada con fentanilo vive un efecto depresor, esto quiere decir que puede presentar dificultades para respirar o perder el conocimiento y, en un punto más severo, puede sufrir un paro respiratorio porque en el cerebro “se apagan las funciones de la respiración”. Esto sin contar que una sola dosis puede ser mortal.
En su modalidad recetada, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos se conoce como Actiq, Duragesic y Sublimaze.
Los nombres comunes del fentanilo ilegal incluyen Apache,China Girl, China White, Dance Fever, Friend, Goodfellas, Jackpot, Murder 8 y Tango & Cash.
"Cuando lo receta un médico, el fentanilo se puede administrar en forma inyectable, en forma de un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas que el paciente disuelve en la boca como si fueran pastillas para la tos", añade el organismo.