Ante una serie de hechos violentos y bloqueos carreteros en Matamoros y Reynosa, Tamaulipas, que se viven en esa frontera desde el pasado domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador desestimó la gravedad de los sucesos y, por el contrario, acusó una persecución contra el gobernador morenista de ese estado, Américo Villarreal.
"¿Qué es lo que estoy percibiendo? Hay una lanzada política en contra del gobernador Américo Villareal. No estoy diciendo que no haya problemas de inseguridad en Tamaulipas, pero les puedo decir que estaba más complicado lo que sucedía en la Tierra Caliente de Guerrero", señaló.
A la par, el Presidente acusó que en el gobierno del panista Francisco García Cabeza de Vaca, que concluyó el año pasado, estos hechos no se reportaban.
"Llevan unos 15 días que están manejando mucho que hay inestabilidad en el estado, que ya regresó la violencia, que antes, cuando estaba el gobernador Cabeza de Vaca, prevalecía la paz", dijo.
En este sentido, dejó entrever que los recientes bloqueos no son coincidencia.
"Me empezó a llamar la atención, porque de allá de Tamaulipas era la famosa frase 'de parte de quién'. En política, cuando suceden cosas así, atípicas, la pregunta es ¿Y de parte quién?", acusó.
De forma oficial, el titular de la Secretaría de la Defensa (Sedena), el general Luis Cresencio Sandoval, aseveró que en este momento no existen bloqueos carreteros en el estado.
Sin precisar cifras oficiales, resaltó que medios locales dieron cuenta de hasta 16 bloqueos, de los cuales, si existieron, ninguno se mantiene. También dijo que se desplegaron elementos de la Sedena ante los reportes por estos hechos.
Por la mañana se reportó que la situación de violencia era tal, que incluso un autobús escolar fue tomado para bloquear una vía de Matamoros,