Opinión

Vuelven las sesiones semipresenciales al Congreso

Números. | El conteo de votos es más confiable con la herramienta | Fuente: Cuartoscuro

Quizás muchas personas que leen esto recuerden al encierro por la pandemia de COVID-19 como algo lejano, aunque pasamos varios años en la contingencia si tomamos las resoluciones de la Organización Mundial de la Salud: de marzo de 2020 a mayo de 2023. Sin embargo, muchos tuvimos que adaptarnos a modalidades de trabajo remoto para seguir con nuestras actividades.

El Congreso de la Unión no fue una excepción. Tras unas semanas de encierro, se desarrolló una plataforma para seguir cumpliendo sus funciones de manera semipresencial. Como parte de ésta, y además del uso de aplicaciones de conferencia, se creó un sistema de votación electrónico, que funcionaba de manera remota.

Después de una breve controversia sobre su confiabilidad, esta plataforma demostró ser más eficiente que los viejos procedimientos. Por ejemplo, antes era necesario recabar las firmas autógrafas para cada hoja de votación, y era fácil boicotear el quórum de las comisiones con algunas cuantas inasistencias. Para superar estos problemas, se estableció un quórum mínimo de manera presencial, y otros controles de verificabilidad.

Tan funcional terminó siendo que se siguió usando cuando se relajaron las medidas de sanidad y la gente volvió a sus labores presenciales. Como en la mayoría de los trabajos, la modalidad de trabajo semipresencial cambió la forma en que funciona el Congreso de la Unión.

Sin embargo, no había reglamentación: las disposiciones se adoptaron a través de acuerdos parlamentarios, perdiendo vigencia una vez declarado el final de la pandemia. Ante este vacío legal, se adoptó la decisión de no permitir la modalidad semipresencial en el Pleno o las comisiones, al menos para la Cámara de Diputados.

La pregunta entonces fue: ¿vale la pena reglamentar la modalidad semipresencial? Hubo varios factores que pesaron en la decisión. Primero, el trabajo se había hecho más eficiente y fácil, eliminando las firmas autógrafas, pero dejando como testimonio la sábana de votación electrónica. La vuelta a la modalidad presencial exclusiva con los viejos problemas de papeleo y quórum fue, por decirlo de manera amable, disruptivo.

Segundo, estamos a final de la Legislatura, y buena parte de las personas diputadas pasan más tiempo en sus localidades, especialmente cuando se acordó que las sesiones en este periodo serían martes y miércoles en vez de martes y jueves. ¿Cómo afecta esa decisión? En que los miércoles se usaba como días de sesiones de comisión, restringiendo la convocatoria a las mismas a horarios donde no operase el Pleno.

De esa manera, y tras varias semanas de estira y afloja, el pasado martes 18 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se adiciona un Título Primero al Reglamento de la Cámara de Diputados, en materia de sesiones y reuniones semipresenciales, el cual había sido votado y aprobado el día anterior. De esa forma, se incorporan los cambios que trajo la pandemia al funcionamiento de la Cámara Baja.

Ahora, sólo falta entrarle de lleno a temas como ciberseguridad y un buen marco regulatorio adecuado en materia de inteligencia artificial…

Fernando Dworak 19.14.2023 Última actualización 19 octubre 2023 7:14

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