La pregunta es si a la hora de ir a las urnas, la población preferirá el diagnóstico no pesimista de Claudia o la postura “alarmista” (comillas mías) de Xóchitl.
Para explorar una posible respuesta a esa cuestión, y ahora que se habla de extranjeros metidos en política mexicana, tenemos un pequeño volumen de Antoni Gutiérrez-Rubí, quien recientemente asesorara a la aspirante Sheinbaum.
El consultor catalán publicó en 2019 el texto Gestionar las emociones políticas (Gedisa), y en él expone cosas como las siguientes:
“Obsesionados con las ideas programáticas, decididos a que nuestra superioridad intelectual en el debate ideológico es abrumadora y debe ser reconocida y aplaudida por los ciudadanos en su dócil misión de aprobación electoral, hemos olvidado la comprensión real de las emociones, de las palabras, y no tenemos ni idea del comportamiento del cerebro en su misión reguladora y directiva de las actitudes humanas”.
“Sobredimensionamos la capacidad concluyente de la información, del dato, y no nos damos cuenta de que nuestras sociedades están abrumadas, precisamente, de datos, opiniones, informaciones, rumores… y reclaman dosis de simplicidad reconfortante. Y de que, además, nuestros cerebros se resisten a dar crédito a la verdad, asiéndose en el terreno de las convicciones y de las emociones como la mejor arquitectura para la toma de decisiones y como bastión irreductible de las opiniones. Los prejuicios, nunca mejor dicho, anteceden los juicios”.
¿Quién está haciendo una mejor lectura del momento actual, de las emociones de la sociedad mexicana con respecto a la violencia? ¿Sheinbaum, que defiende estadísticas gubernamentales y las del INEGI sobre la mejora de la percepción en seguridad, o Gálvez que contra esas estadísticas hace campaña como si la emoción preponderante fuera de miedo e impotencia?
Gutiérrez-Rubí advierte que “comprender bien la percepción final del elector respecto al discurso político es tan importante –o más– que el contenido de las propuestas”.
Si México quiere oír que vamos bien o que urge se atienda la pesadumbre, lo veremos el 2 de junio.