Hace tiempo era común escuchar que México era un país que se reiventaba cada seis años, ya que cada nueva administración federal llegaba a cambiar todo, desde la imagen y nombre de las instituciones hasta sus objetivos; todo esto sin que existiera un camino más allá de cada sexenio, un plan que abarcara una idea, un proyecto de país al medio y largo camino.
Hoy tenemos la oportunidad de cambiar esta tradición. El pasado primero de marzo, en el Zócalo de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum presentó los 100 compromisos para la Transformación de México, sus propuestas para dar continuidad a los buenos resultados que ha dado el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador y apuntar a las mejoras necesarias para enfrentar los retos hacia 2030.
Las propuestas de Sheinbaum se podrían agrupar en las siguientes categorías: sobre los derechos a la vivienda, al trabajo, a la salud, a la educación; los derechos de las mujeres, de los pueblos indígenas y afromexicanos; la soberanía energética para el desarrollo sustentable, el desarrollo rural y la soberanía alimentaria; el cuidado al medio ambiente, agua y recursos naturales; las metas para 2030 en torno a gobierno, paz, seguridad y justicia, así como el respeto a la diversidad y patrimonio cultural. Me gustaría señalar algunas de las que considero más importantes.
Los programas sociales continuarán, lo que ayudará a nuestros adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes y los niños y niñas de madres trabajadoras cuenten con más oportunidades de una vida más plena, Sheinbaum señaló que los apoyos contarán con apoyos siempre por encima de la inflación. Con respecto a la educación, uno de los pasos será la beca universal para las y los estudiantes de preescolares, primarias y secundarias públicas, ello se sumarán al apoyo que ya cuentan los jóvenes que cursan la educación media.
En la actualidad, las Becas Benito Juárez benefician a 22 millones de estudiantes en todo México y la meta será que más niños, niñas y adolescentes tengan los recursos necesarios para continuar con su educación; los resultados de estos apoyos han demostrado la disminución en la deserción escolar en un 9 % en el ciclo escolar de 2022 a 2023, además que un 1.25 millones de jóvenes han podido retomar sus estudios de bachillerato de 2019 a 2023. Para las y los estudiantes de posgrado, que viven en situaciones de desigualdad económica o social, también se prevee ampliar el número de becas; a su vez habrá apoyos para que más jóvenes puedan cursar estudios en el extrajero.
Con respecto al tema energético, en los 100 compromisos de Claudia Sheinbaum se contempla la realización de ajustes regulatorios y fiscales para que los precios y tarifas no suban por encima de la inflación, así como mantener los subsidios en las tarifas residenciales; también se considera que el acceso a la electricidad sea un derecho humano.
Dentro del cuidado medioambiental, se propone apoyar la electromovilidad del transporte público y de carga, el impulso a la economía circular a gran escala a partir del reciclaje, reuso de materiales y el aprovechamiento energético de residuos orgánicos y de biomasa.
De la mano de la electrificación y prácticas ecológicas, se dará un impulso especial para las pequeñas unidades agrícolas en el país, lo que beneficiará alrededor de 1 millón de productores. Sheinbaum es consciente de la importancia del maíz en la alimentación de las y los mexicanos, para ello se buscará la plena autosuficiencia de la variante blanca no trasgénica, con una producción que rondará los 24 millones de toneladas al año.
El dinero para financiar estas propuestas se obtendrá de la eliminación de la condonación de impuestos a grandes contribuyentes, además de que continuaran los esfuerzos para contrarrestar la evasión fiscal. Este paso es fundamental para terminar con los beneficios de unos cuantos y que afectan a una gran mayoría que en 2021 Los Angeles Times estimaron en 6% del Producto Interno Bruto del país.
El reto es grande, pero confío en buenos resultados al finalizar 2030; los 100 puntos de Claudia Sheinbaum apuntan a una dirección concreta: lograr un país más justo para todas las personas en todo el territorio nacional, desde productores agrícolas, estudiantes, trabajadores, constructores y adultos mayores; se trata de políticas públicas que beneficiarán todas las zonas del país por su impacto ambiental, económico y cultural, medidas que son necesarias para hacer del nuestro, un país de derechos.