En las anteriores entregas de esta columna he buscado compartir los motivos que nos llevaron a la construcción de un partido político local llamado Futuro.
Repasamos nuestros anhelos al tomar los pasos venideros para usar una de las figuras legales en nuestro país, los partidos políticos. También compartí algunas de las razones para consolidar nuestro esfuerzo colectivo y señalé algunas ideas que podrían distinguirnos de otros esfuerzos que están en la misma búsqueda.
Por eso, en este espacio me gustaría ahora compartir qué podrían esperar las personas de Jalisco de Futuro. ¿Por qué volver a creer, o hacerlo por primera vez, en esas instituciones que nos han dejado tanto a deber? ¿Qué podría ser distinto?
Durante los últimos cinco años de mi vida me he topado con una constante, sin importar la ciudad o la edad de mis interlocutores, esa constante ha sido que en México la esperanza en la política es escasa y francamente es mal vista.
“Te van a comprar, te vas a corromper, nomás llegues y nos vas a dejar de hablar, te van a malear, sino jalas con ellos te van a matar.” Estas han sido frases que me han acompañado desde el inicio de mi corta carrera política.
Para muchas personas en nuestro país, la política solo puede conducir a la corrupción, la desilusión o la muerte. Y no solo eso, retar estas nociones son vistas con sospechosismo o como un acto bonachón o yermo.
De esto se desprende la primera gran razón para crear un partido político en este momento y en este país: para crear un punto de encuentro entre quienes creemos que la política está hecha para servir.
Aquí podríamos congregar a una comunidad con la vocación de resistir al nihilismo y el desasosiego que nos producen las instituciones actualmente. Una red de redes que dispute el sentido común, que resignifique al servicio público y que pueda agregar un nuevo horizonte sobre las posibilidades de la política.
Desde la oferta político electoral existente hay desdén hacia el nivel local de gobierno. En nuestro país existe una tradición presidencialista y centralista, y para reconocerlo basta voltear a ver cuáles han sido los temas que durante los últimos meses acapararon la agenda pública y mediática, pero esta tradición debe romperse, pues el municipio y los gobiernos locales son los espacios más cercanos para incidir en la vida de las personas.
La enorme crisis de inseguridad tiene todo que ver con la falta de capacidades y de oportunidades que no se han generado para los municipios.
Las afectaciones relacionadas con el cambio climático, el manejo de residuos y la contaminación atmosférica, de aguas y suelos también tienen que ver con la aplicación de normas y reglamentos desde el ámbito municipal.
A pesar de esto, y siendo el orden de gobierno más cercano, el local continúa siendo uno olvidado, poco impulsado y profesionalizado.
Futuro es una opción que propone discutir cómo podemos mejorar las capacidades de los municipios y del estado. Plantea que quienes quieran gobernar, deben ser aquellas personas que tengan los conocimientos y el liderazgo para sacar adelante a sus municipios, actores destacados no por la cantidad de personas que puedan llevar a un mitin sino por su ética y compromiso por su estado y ciudad.
Una plataforma electoral donde perfiles como profesores, activistas, defensores del territorio y personas que han trabajado por los intereses de sus comunidades puedan encontrarse.
Una razón más, fundamental, es la vocación de futuro con la que surge esta apuesta política. Esta semilla de partido político nace con la idea de preguntarnos cómo podemos hacerle para que la generación que hoy tiene 20 años pueda tener pensiones a los 60 años; para imaginar cómo podemos asegurarnos de que exista un planeta habitable dentro de 100 años más; para discutir aquellas regulaciones relacionadas con derechos en la era digital, inteligencia artificial, automatización del trabajo y aquellos temas que la humanidad seguirá discutiendo durante los próximos años.
Tanto por la posibilidad de tener un espacio para cambiar el discurso sobre lo político en nuestro país, para impulsar una agenda que defienda y profesionalice a los municipios y gobiernos estatales y finalmente, porque se puede construir una plataforma programática que nos garantice nuestro derecho a un futuro digno, es que Futuro puede ser valioso no solo para Jalisco, sino como un modelo de partido político local para otros estados de la república.