Opinión

Pedro Kumamoto: Futuro

Pedro Kumamoto. | El pasado 18 de septiembre el partido del político de Jalisco recibió su registro de nivel estatal | Fuente:

Ya pasó más de año y medio desde que anunciamos que queríamos construir un nuevo partido. El viernes pasado el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco confirmó que todo el esfuerzo valió la pena: en Jalisco hay Futuro. 

Sin embargo, aunque nos sentimos felices porque hicimos de esta tarea imposible una realidad, creo que no debemos perder de vista que el partido nunca fue la meta final. Se trata de un camino para transformar la vida en común a través hacer frente a la crisis de desigualdad, seguridad, ambiental y de desarrollo económico. 

La aprobación del partido es el inicio de un nuevo camino en el que buscaremos impulsar una agenda legislativa y municipal sin las presiones de los que se sienten dueños de la política, de los que compran cargos, de los que se enriquecen a pesar del beneficio público, de los que han visto un negocio en la política. Esta es la oportunidad de hacer un partido que no le responda a un cacique, padrino o dueño. Alejados de las reparticiones, tráfico de influencias y todas esas limitaciones que imponen la corrupción y el patrimonialismo. Pero esa libertad también significa una serie de responsabilidades.

Para lograr que esta agenda adquiera la fuerza y libertad que planteo, es necesario también tener en mente que Futuro es de todas esas personas que dieron el alma en más de veinte meses de trabajo. Que entregaron horas enteras con lluvia o con sol para celebrar asambleas, viajar en carretera y convencer a más de quince mil personas de hacer algo que suena impensable: hacer un partido que no le deba nada a nadie, ni a iglesias, ni a sindicatos, ni a empresarios o grupos de poder. 

Sin embargo, aquí es donde la experiencia en nuestro paso por la política nos deja un aprendizaje crucial para lo que viene. Futuro es de todas esas personas que trabajaron sin descanso para que hubiera Futuro y también de las personas que se enteraron en el camino y de las que aún no conocemos y sentirán identificadas con lo que este proyecto significa. 

Suena a un sueño que un partido pueda ser completamente de sus militantes, pero también nos tacharon de ilusos cuando propusimos crear este partido político local y se logró materializar por el trabajo de miles de manos.

Ahora bien, como demostró nuestro trabajo, el ser idealistas no está peleado con ser responsables. Es por eso que quiero compartirles tres obligaciones que pienso tenemos todos quienes impulsamos Futuro. 

La primera, debemos ser una plataforma que reconozca lo difícil, casi imposible, que fue llegar aquí porque, y a partir de ello proponga todas las vías necesarias para reformar al sistema político mexicano y que sea más fácil que otras personas puedan realizar proyectos como éste. Cambiemos las leyes actuales que generan un desbalance brutal entre los partidos y los movimientos, redes y organizaciones. Debemos trabajar para que esos millones de personas que están allá afuera sean escuchadas, tengan el control de la vida pública y no caigan en manos de la rabia y la desilución. 

La segunda responsabilidad que tenemos es mantenernos como un partido que retoma la esencia de las propuestas y luchas que se han presentado en la sociedad para hacer frente a las opresiones estructurales, para construir una sociedad en donde se viva realmente la igualdad. Es continuar con la construcción de un programa de su tiempo, que ponga al centro las grandes discusiones de nuestra generación sin escatimar en los derechos que otras generaciones también han impulsado. 

Finalmente (la tercera), creo que debemos ser un partido que aprenda a discutir todo sin fracturarse, que habla de sus conflictos sin planteamientos maniqueos, que sea eficiente para ganar elecciones sin olvidar su origen, sus valores y sus sueños. 

No va a ser sencillo, no va a ser rápido y tampoco vendrá sin equivocaciones. Necesitaremos humildad y mucho trabajo. Va a ser indispensable trabajar codo con codo, hacer reflexiones, abrir los oídos, reconocer los errores, seguir articulando un proceso amplio que permita que las personas que no se han sentido convocadas por la política puedan tener en este espacio un lugar para transformar su entorno. 

Yo estoy seguro que mientras el Futuro lo hagamos juntas y juntos no habrá quien lo pare. 

Pedro Kumamoto 22.02.2020 Última actualización 22 septiembre 2020 7:2

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