El presidente López Obrador, en el mensaje con motivo de su Informe, refirió ayer siete indicadores en los que dice haber marcado récords históricos en la primera mitad de su sexenio.
En cuatro de ellos, en efecto, así es. Se trata del nivel de las remesas; el crecimiento de los salarios mínimos reales; la estabilidad cambiaria, y el nivel de las reservas internacionales.
En tres está equivocado: el flujo de la inversión extranjera directa; el nivel de la deuda pública, y el avance del índice de la Bolsa Mexicana de Valores.
Hubo uno que no citó, pues sale francamente mal, es el crecimiento de la economía.
Veamos cada uno de ellos.
1-Ayer, el Banco de México dio a conocer que las remesas que llegaron en julio alcanzaron 4 mil 540 millones de dólares, el nivel máximo para cualquier mes. Como muchas veces se ha mencionado, este récord hay que agradecerlo a los programas de estímulos que comenzó el gobierno de Trump y que ha fortalecido el de Biden. En todo caso, a ellos hay que colgarles las medallas.
2- AMLO también señaló que la inversión extranjera directa recibida en los primeros seis meses de este año había sido la mayor de la historia.
Pues, de acuerdo con los datos que aparecen en el sitio de la Secretaría de Economía, la del primer semestre de 2020 fue mayor, cuando alcanzó 24 mil 8 millones de dólares, es decir, 30.2 por ciento más que en este año. Pero en realidad, el récord histórico de la inversión extranjera directa, para un primer semestre corresponde al año 2013, cuando sumó 31 mil 480 millones de dólares.
3- El crecimiento del salario mínimo real ha marcado un récord. Tiene razón. El salario mínimo nominal es actualmente de 141.70 pesos diarios, lo cual implica un alza de 60 por ciento respecto al nivel de noviembre de 2018. El incremento en términos reales es de 45.7 por ciento para este periodo, aumento que no habíamos visto antes.
4- Ayer, la paridad del peso frente al dólar (fix) se colocó en 19.96. El último día del sexenio de Enrique Peña estaba en 20.34 pesos. Es decir, hay una apreciación de 1.9 por ciento. Desde que tenemos un sistema cambiario de libre flotación en 1995, es el mejor desempeño para el peso en los primeros tres años de un sexenio.
5- El presidente es insistente en decir que no ha crecido la deuda pública en esta administración. No es correcto. De acuerdo con los informes que la Secretaría de Hacienda entrega regularmente al Congreso de la Unión, la deuda total del sector público era de 12.4 billones de pesos al término del mes de julio. En noviembre de 2018, ese saldo era de 10.7 billones. Es decir, la deuda aumentó en 1.7 billones de pesos en este lapso. En términos de su proporción en el PIB, la propia Hacienda refirió en el comunicado emitido el pasado 30 de agosto que en 2018 era de 46 por ciento, mientras que su estimado para el cierre de 2021 indica que llegará a 49.7 por ciento.
6- El crecimiento del Índice de Precios y Cotizaciones de la BMV fue de 27.7 por ciento desde el comienzo del sexenio al final de agosto. Sin embargo, en el mismo periodo, en el sexenio de Vicente Fox, hubo un crecimiento de 34 por ciento. Así que no hay ningún récord histórico relacionado con el crecimiento de la Bolsa.
7- El nivel de las reservas internacionales, que llegó a 205 mil 931 millones de dólares al final de agosto, sí es un máximo histórico para esta variable y deriva de la política del Banxico y de la entrada de los DEG a las reservas internacionales.
8- Y lo que no dijo AMLO es que el PIB, entre diciembre de 2018 y el segundo trimestre de 2021, tuvo un retroceso de 3 por ciento. Si bien no es el peor desempeño para un sexenio (con Calderón cayó 4.5 para un periodo análogo), refleja el freno económico que hemos tenido en estos tres años.
Como ve, no solo a los ‘tecnócratas’ les aplica aquello de “tengan para que aprendan”.