Hace dos semanas estuve en Lindau, Alemania, en la conferencia de premios Nobel que cada año reúne a científicos destacados de todo el mundo.
En esta edición, México fue el país invitado y tuve el honor de acompañar a una docena de jóvenes mexicanos que acudieron al encuentro. Más allá de su indudable talento y mérito académico, nuestros investigadores pudieron participar en este diálogo internacional del más alto nivel gracias a que hablan inglés.
No cabe duda de que el inglés es la lengua del siglo XXI. Es la lengua franca de la ciencia y de la investigación, pero también de la diplomacia y de los negocios.
Se calcula que para 2020, 2 mil millones de personas estarán usando o aprendiendo este idioma, es decir el 25% de la población mundial. Por todas estas razones, como lo demostraron nuestros jóvenes científicos en Lindau, hablar inglés significa formar parte de una comunidad global cada vez más interconectada.
En este sentido, además de reforzar el aprendizaje del español y las lenguas indígenas, el Nuevo Modelo Educativo fortalece el inglés en los nuevos planes y programas de estudio.
Nuestra visión es que, dentro de 20 años, todos los mexicanos puedan terminar su educación obligatoria hablando inglés con una certificación de reconocimiento internacional.
En otras palabras, queremos que tengan la capacidad de comprender y redactar textos complejos, y puedan darse a entender en cualquier parte del mundo.
Para lograrlo, hemos puesto en marcha la Estrategia Nacional de Inglés que se enfocará, en primer lugar, en la formación docente.
La meta es que, desde las escuelas Normales, todos los maestros tengan un manejo adecuado del inglés y aquellos que se especialicen en su enseñanza también cuenten con la pedagogía necesaria.
Para ello, lanzaremos una convocatoria nacional en agosto próximo, con el fin de contratar a más de mil profesores de inglés en las Normales, bajo condiciones laborales competitivas.
Por un lado, quienes quieran acceder a estas plazas deberán acreditar un dominio absoluto del idioma de acuerdo a estándares internacionales.
Por otro lado, tendrán que demostrar su capacidad pedagógica para enseñar el idioma y, en su caso, recibir la capacitación necesaria para perfeccionar su didáctica.
Por su parte, los maestros de inglés en la educación básica tendrán acceso a formación continua y, con objeto de garantizarles mejores condiciones laborales, promoveremos su basificación gradual.
De esta manera, las escuelas Normales –y a su vez las escuelas– se convertirán progresivamente en espacios bilingües, o incluso trilingües en el caso de los hablantes de lenguas indígenas.
Parte de este cambio es la transformación de la propia enseñanza del inglés, acorde con la visión de los nuevos planes y programas de estudio.
Se promoverá la apropiación del lenguaje por parte de los estudiantes para desarrollar una comprensión profunda, con un enfoque más práctico y mayor vinculación con otras asignaturas. Finalmente, se apoyará el uso de materiales de estudio diversos, incluyendo herramientas digitales.
La Universidad de Cambridge, autoridad a nivel internacional en la enseñanza del inglés, participó en la elaboración de los programas de estudio en la educación obligatoria y también lo está haciendo en el rediseño curricular de la educación normal.
A diferencia del pasado, en este planteamiento nadie queda excluido del aprendizaje del inglés y los programas de estudio se adaptarán de manera específica a las necesidades de los alumnos. Los estudiantes de educación indígena aprenderán inglés como tercera lengua, mientras que los alumnos con alguna discapacidad tendrán acceso a materiales en sistema Braille y en audio.
Al mismo tiempo, se introducirá la enseñanza del inglés, por primera vez, para los alumnos de telesecundaria y telebachillerato con materiales multimedia.
En el mundo de hoy, hablar inglés significa mucho más que hablar un idioma: implica la posibilidad de formar parte de la comunidad global.
Por ello, estamos convencidos de que contribuirá de manera importante a que nuestros niños, niñas y jóvenes tengan las herramientas para ser felices y competir exitosamente en el siglo XXI.