La decisión de Australia de negar la entrada a Novak Djokovic, tenista número uno del mundo, por no estar vacunado, se volvió todo un tema de opinión pública.
Al parecer, el gobierno australiano estuvo muy al tanto de las encuestas sobre el asunto y su decisión se alineó con el sentimiento mayoritario. También nosotros hicimos una encuesta que deja registro de las opiniones de los mexicanos sobre el caso.
Vale la pena analizar esos retratos de opinión pública y tener en cuenta que el tema va a seguir. Los organizadores del torneo Roland Garros en Francia ya manifestaron su intención de prohibir la participación de atletas que no estén vacunados contra Covid-19.
En Australia, una encuesta aplicada a mil 607 personas del 11 al 15 de enero arrojó que el 71 por ciento opinaba que no se le debería permitir la entrada a Djokovic, frente al 14 por ciento que opinaba que sí se le debería permitir (1). El 15 por ciento restante dijo que el asunto le era indiferente.
No se trata necesariamente de una mayoría de rechazo a Djokovic per se, sino de una mayoría a favor de apegarse a las reglas para enfrentar a la pandemia.
Como se apuntó en la nota de la encuesta, el primer ministro Scott Morrison afirmó que las reglas se tienen que aplicar a todos, sin excepción. Y las encuestas mostraron una contundente mayoría ciudadana a favor de esa postura.
El poco disenso que arrojó la encuesta provenía, sobre todo, de seguidores del Partido Australia Unida, que se ha opuesto a las restricciones por la pandemia y a la obligatoriedad de la vacuna. Sus partidarios estaban ligeramente más a favor de dejar entrar a Djokovic.
Ese resultado sugiere que este asunto deportivo, en el contexto de la pandemia, puede tener fuertes implicaciones políticas. Según se supo, los abogados de Djokovic apelaron contra los argumentos del gobierno de que podía haber una movilización de sentimientos antivacuna y eventuales protestas en el país (2). El asunto se politizó. Y Djokovic, una figura internacional de alto perfil, quedó etiquetado como un símbolo antivacuna.
En México, la mayoría de la gente también se opuso a que Djokovic entrara sin vacuna a Australia, aun siendo el campeón defensor del torneo. Una encuesta nacional de El Financiero realizada el 14 y 15 de enero arrojó un 66 por ciento por prohibir a Djokovic jugar el torneo sin estar vacunado y 31 por ciento a favor de permitirle jugar y defender su título.
En nuestro país, la opinión prohibitiva en el caso Djokovic se conecta más con las actitudes y los temores hacia la pandemia que con las opiniones y las preferencias políticas. Es un asunto de concientización, más que de politización.
Por ejemplo, el rechazo a que Djokovic jugara el torneo sin vacuna alcanzó 76 por ciento entre quienes están muy preocupados por el coronavirus; 77 por ciento entre quienes han sufrido contagios en su familia; y 79 por ciento entre quienes han perdido a un familiar debido al Covid-19. La brecha de opinión con quienes tienen preocupaciones o experiencias opuestas es de entre 30 y 35 puntos porcentuales.
En contraste, la aprobación al presidente López Obrador y la postura ante a la 4T arrojan apenas entre 3 y 4 puntos de diferencia en la opinión ante el caso Djokovic. Tanto panistas como morenistas, los partidismos más opuestos actualmente, rechazaron mayoritariamente la participación de Djokovic en el Abierto y, aunque la brecha entre ellos no es menor, 15 puntos, con los morenistas siendo más prohibitivos, la diferencia partidaria es leve comparada con las experiencias ante la pandemia.
Como dije, en México el tema no está tan politizado, pero sí concientizado. Y creo que la cuarta ola de contagios, que hoy ha roto con los récords anteriores, ha sido la que ha cumplido la labor de concientizar, si no a todos, a la mayoría.
(1) Send him home: Poll reveals overwhelming support for decision to deport Novak Djokovic, The Age, 16 enero 2022.
(2) How the ‘Djokovic Affair’ Finally Came to an End, The New York Times, 16 enero.