Nación321 quiere conocer y dar a conocer qué piensan los jóvenes en México. Con este fin abrimos NUEVAS IDEAS, un espacio para que los ciudadanos escriban sus puntos de vista sobre la realidad que vive nuestro país. Hoy escribe Luis Fernando Gámez
Hace tiempo que los partidos dejaron de ser una opción para la población. De manera general, éstos son las instituciones más desprestigiadas de México, de acuerdo con el reporte Confianza en Instituciones (Latinobarómetro 2017), que señala que los partidos políticos cuentan con un nivel de desaprobación del 91%.
A unos días de que culmine el presente año, y justo en las horas de los destapes para la carrera presidencial, es necesario observar qué representa cada uno de los adormilados partidos políticos, quienes carentes de credibilidad y con la mínima creatividad darán paso a las mismas promesas de siempre en la lucha por el voto ciudadano. Citando algunas de las falsas promesas que más duelen encontramos: bajar el precio de la luz, el gas y las gasolinas. Al fin que prometer no empobrece.
Iluminados, tapados, destapados y hasta los independientes harán gala de sus mejores dotes artísticos: poner a cantar a la esposa, sacar a cuadro a la familia completa, enviar a un amigo a colmarlo de flores, prometer un salario a las amas de casa, acabar con la inseguridad. Será motivo de dispendio y de remachar las propuestas de campaña una y otra vez, en los programas de televisión, en la radio y hasta en las calles más transitadas de nuestras ciudades.
Pero hay algo que dejan de lado constantemente los partidos políticos: nuestra sociedad ha cambiado y será el sector más joven de México quienes decidirán el rumbo de la elección. Mientras los partidos políticos cuentan con un descrédito descomunal, los ciudadanos cada vez están más hartos de las decisiones de su clase política, y si no se renuevan los partidos políticos habrá dos grandes factores que inundarán la elección: la abstención y las propuestas antisistema.
Recordemos que uno de cada tres mexicanos se considera antisistema, es decir, no confía en sus instituciones, y con justa razón, pues los políticos no han estado a la altura de las necesidades de la mayoría. Sin embargo, resulta indispensable que un país tan grande como el nuestro privilegie el México de todos al de unos cuantos, y para esta tarea las organizaciones que pueden generar el consenso necesario con todos los sectores sociales son los partidos políticos. Siempre y cuando se modernicen.
Renovarse es indispensable en el terreno político, ya no somos la misma sociedad de hace 30 años, ya no somos la misma colectividad adormecida por la televisión y ya no somos el México de los caudillos. Es necesario que los partidos entren en la dinámica actual: generación de mejores empleos, acceso a salud, seguridad para el retiro, emprendimiento, desarrollo profesional, afianzamiento de las pequeñas y medianas empresas, prestación de dinámicos servicios públicos, comunicación digital, son los temas con los que nuestra generación coexiste. Es necesario construir puentes de comunicación y no muros, esas ideas quedaron en el pasado.