El gobernador de Beirut, Marwan Abboud, no pudo contener las lágrimas al recorrer la zona en la que ocurrieron las explosiones que azotaron a Beirut este martes.
Al ser entrevistado por medios locales sobre los daños que dejó el suceso, Abboud aseguró que la explosión es comparable con las bombas atómicas que se dispararon en Nagasaki e Hiroshima durante la segunda guerra mundial.
"Beirut es una ciudad devastada", dijo entre lágrimas el funcionario libanés.
La explosión sucedió en momentos en que la economía de Líbano se desploma, afectada tanto por la crisis financiera como por el coronavirus. Muchas personas han perdido su empleo, mientras que el valor de sus ahorros se ha esfumado ya que la moneda se ha devaluado ante el dólar. El resultado ha llevado a muchos a la pobreza.
El ministro de Salud de Líbano, Hamad Hassan, informó que al menos 50 personas murieron a causa de las fuertes explosiones que se registraron este martes en Beirut, mientras que el número de heridos asciende a 2 mil 700.