WASHINGTON.— Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto dejará su puesto, según un correo electrónico que ella envió al personal, tras el intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump, que desató una protesta generalizada sobre cómo la agencia encargada de proteger a los mandatarios actuales y anteriores podría fracasar en su misión central.
Kimberly Cheatle, jefa del Servicio Secreto desde agosto de 2022, enfrentaba crecientes pedidos de dimisión y varias investigaciones sobre cómo el agresor pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano en un mitin de campaña al aire libre en Pensilvania.
“Asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad”, dijo en el correo electrónico al personal el martes. “A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado con gran pesar la difícil decisión de dejar el cargo de directora”.
SERVICIO SECRETO Y UN OPERATIVO "FALLIDO"
A penas ayer, Kimberly Cheatle, dijo que el intento de asesinato del expresidente Donald Trump fue el “fallo operativo más significativo” de la agencia en décadas.
“La solemne misión del Servicio Secreto es proteger a los líderes de nuestra nación. El 13 de julio fallamos”, declaró Cheatle ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, donde la funcionaria asumió toda la responsabilidad por los errores de la agencia relacionados con el ataque en el mitin de Trump en Pensilvania, y prometió “mover cielo y tierra” para asegurarse de que no se repita.