AMLO no es el único, en Estados Unidos ya comenzaron a pedirle cuentas a la DEA por su relación con el exsecretario de Seguridad mexicano, Genaro García Luna, declarado culpable recientemente de delitos relacionados con narcotráfico y asociación delictuosa.
Quien lanzó el dardo al otro lado de la frontera norte fue Chuck Grassley, uno de los más influyentes senadores republicanos de Estados Unidos.
Este jueves, Grassley exigió a la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en ingles) y a la Oficina Federal de Investigación (FBI) que entreguen toda información sobre los vínculos entre Genaro García Luna y sus agencias.
El político pidió saber desde cuándo se conocen detalles de sus nexos con narcos, además de quiénes sabían y qué hicieron ante dicha información.
También solicitó tener acceso al contenido de la computadora y otros dispositivos electrónicos de García Luna, así como las transcripciones del juicio.
La petición se conoció tras la filtración de un documento por parte del periodista Jesús García.