Mientras en América Latina el número de muertes por COVID-19 ha bajado, países en los que inició el brote nuevamente están siendo acorralados por el SarsCov2.
Es el caso de China, que lidia con su peor brote desde los primeros días de la pandemia. La Comisión Nacional de Salud informó que se han identificado 3,507 nuevos casos de propagación local en las últimas 24 horas, en comparación con las 1.337 infecciones del día anterior.
Una variante altamente contagiosa conocida como “ómicron furtiva” ha puesto a prueba la estrategia de tolerancia cero del gobierno chino, la cual había logrado mantener bajo control al virus desde el letal brote inicial de principios de 2020 en la ciudad de Wuhan. Aunque las cifras son bajas respecto a otras partes del mundo, los más de 10, 000 casos de China registrados en las primeras dos semanas de marzo superan con creces los brotes anteriores.
No se han reportado muertes nuevas en los múltiples brotes registrados en China.
La mayoría de los nuevos casos se registraron en la provincia de Jilin, en el noreste de China, donde se reportaron 2.601 infecciones. Otros brotes de menor dimensión se han registrado en distintos puntos del país, incluyendo urbes como Beijing, Shanghái y Shenzhen.
HONG KONG
Carrie Lam, mandataria de Hong Kong, dijo que la libertad de tránsito de los habitantes podría verse restringida durante las pruebas diagnósticas obligatorias a COVID-19 que se efectuarán este mes a toda la población, una vez que las autoridades de salud reportaron una cifra récord de 55, 353 infecciones diarias y más de 100 fallecimientos.
Las autoridades afinan los últimos detalles, aunque no habría un confinamiento “absoluto” que impida la entrada y salida de personas de la ciudad.
“La magnitud de la medida debe tener en cuenta las circunstancias y necesidades de la gente en Hong Kong”, declaró Lam a la prensa.
Hong Kong tiene programado efectuar pruebas diagnósticas a sus más de 7 millones de residentes en medio de las dificultades que enfrenta debido al creciente número de casos de COVID-19 en lo que constituye su peor brote de la pandemia, relacionada principalmente con la variante ómicron.
Con las 117 muertes que las autoridades informaron el miércoles, la isla ha rebasado los mil fallecimientos. Alrededor del 80% de los decesos han ocurridos desde finales de diciembre. La mayoría corresponde a pacientes de edad avanzada que no contaban con esquema completo de vacunación.
“Hoy registramos 55.000 infecciones, una cifra dentro de nuestras proyecciones. En últimas fechas el número de casos confirmados se está duplicando”, dijo Albert Au, funcionario del Centro para la Protección de Salud. El número de casos aún no ha alcanzado su máximo, afirmó.
El aumento de casos amenaza con desbordar los hospitales de Hong Kong y las autoridades han dicho que la ocupación de camas está al máximo y se han adaptado algunos pabellones de medicina general para convertirse en unidades de aislamiento.
Los depósitos de cadáveres también están totalmente llenos y se busca la colaboración del sector privado para almacenar cuerpos, dijeron funcionarios. La Autoridad de Hospitales ha solicitado contenedores frigoríficos para almacenar cadáveres temporalmente.
Reina la incertidumbre en la ciudad. Los productos están desapareciendo de las tiendas, las empresas chinas están construyendo amplios centros de diagnóstico y aislamiento y el gobierno ha enviado señales ambivalentes sobre si ordenará un confinamiento colectivo para un programa de pruebas.
Las restricciones pandémicas han desinflado a esta ciudad cosmopolita célebre por sus letreros de neón y nutridas multitudes. La restricción más reciente, anunciada el miércoles, abarca las playas públicas. El sistema de salud está abrumado y muchos enfermos tienen que valerse por su cuenta. Y el saldo de muertes, particularmente entre la población de edad avanzada, sigue subiendo.
“Es una situación desesperante”, lamentó Wong Wing-tsang, una madre soltera que estuvo días tratando de conseguirle una cita médica a su hija de 10 años, que dio positivo. “Solo podemos depender en nosotros mismos”.
Tras lograr mantener a raya al virus por casi dos años, Hong Kong está sufriendo un brote causado por la contagiosa variante ómicron. El contagio se ha esparcido tan ampliamente que no hay suficientes conductores para el sistema de autobuses y trenes subterráneos, y muchas tiendas han tenido que cerrar por falta de trabajadores.
EUROPA
Aunque algunos países europeos decidieron eliminar restricciones por COVID, como Noruega, Islandia y Finlandia, otros países han sido más cautelosos; sin embargo no se han salvado de los repuntes. Tal es el caso de Alemania que registró un nuevo récord de tasas de infección por cuarto día consecutivo. Austria también alcanzó nuevos máximos, mientras que los casos en los Países Bajos se han duplicado desde que se levantaron las restricciones el 25 de febrero.
A pesar del aumento de las infecciones, Alemania mantiene los planes para dejar que la mayoría de las restricciones nacionales expiren el domingo, con el número de casos de COVID-19 en unidades de cuidados intensivos en menos de la mitad de los niveles máximos.
El ministro de Salud, Karl Lauterbach, se opone a una apertura generalizada e insta a los 16 estados de Alemania a implementar reglas de “puntos críticos” que permitan restricciones específicas a nivel local.
“No estamos en una situación en la que podamos dejar caer todas las medidas”, dijo el martes en una entrevista con la televisión ARD. “Tenemos una situación muy aterradora en Alemania en este momento”.