La justicia peruana postergó hasta el jueves una audiencia para decidir si acepta un pedido de prisión preventiva de 18 meses contra el expresidente Pedro Castillo por el delito de rebelión y conspiración debido a la intentona de golpe de Estado del 7 de diciembre, por lo que pasará otras 48 horas preso.
Castillo permanece con detención preliminar de 7 días, que se cumplen este miércoles, pero deberá seguir preso hasta que el Poder Judicial decida si acepta o no el pedido de la Fiscalía.
Un juez debe convocar a audiencia en 48 horas para escuchar los argumentos de la Fiscalía y la defensa del expresidente para luego decidir si aplica o no prisión preventiva a Castillo.
Horas antes, una sala de la Corte Suprema ratificó la detención de siete días a Castillo al rechazar la apelación que presentó en intento de anular la orden judicial que lo tiene preso.
Un argumento del tribunal para rechazar la apelación y ratificar la detención fue que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador había contado que Castillo lo llamó para pedirle asilo político y se dirigía a la embajada de México en Lima cuando fue detenido. El pedido de la Fiscalía también considera este argumento.
El pedido de prisión preliminar incluye al ex primer ministro peruano Aníbal Torres, que está en la clandestinidad.
En la audiencia sobre su apelación, Pedro Castillo adujo que no renunciará a la causa que le dio el pueblo y exhortó a las Fuerzas Armadas a deponer las armas y dejar de matar civiles.
“Estoy injusta y arbitrariamente detenido (…). Jamás renunciaré ni abandonaré esta causa popular que me ha traído acá (…). Desde acá quisiera exhortar a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional que depongan las armas y dejen de matar a este pueblo sediento de justicia”, dijo en conexión virtual, interrumpido por el juez pidió ceñirse al alegato judicial.
Afuera de la prisión, los abogados de Castillo leyeron una carta del exmandatario en que culpa de las muertes ocurridas en las manifestaciones a la presidenta Dina Boluarte. La actual jefa de Estado era su vicepresidenta y asumió el gobierno por sucesión luego de que el Congreso destituyó a Castillo por el intento de golpe de Estado el mismo 7 de diciembre.