Al registrar solamente un contagiado este domingo, el gobierno de Nueva Zelanda dio por terminados los contagios locales de COVID-19 en dicho país.
La primera ministra Jacinda Ardern anunció que al ya no haber contagios locales de COVID-19 se empezarán a reactivar algunas actividades económicas.
Sin embargo, el gobierno de Nueva Zelanda aseguró que se deberán seguir tomando medidas preventivas, por lo que el contacto social seguirá restringido, por lo que centros comerciales y escuelas seguirán sin operar, mientras que la frontera permanecerá cerrada al turismo. informó la BBC de Londres.
¿CÓMO LE HICIERON?
De acuerdo con el medio británico, Nueva Zelanda impuso duras restricciones en el país para evitar el contagio, por ejemplo, introdujo algunas de las restricciones más duras del mundo en viajes y actividades locales desde el principio de la pandemia, cuando solo registraba unas pocas docenas de casos.
Además, el país cerró sus fronteras e impuso una cuarentena a todas las personas, sin importar si eran ciudadanos o turistas, además de que hubo un estricto bloqueo "y creó una extensa operación de pruebas y rastreo de contactos", detalló la BBC.
Todas los lugares de ocio como parques y playas se cerraron el 26 de marzo, lo mismo que las escuelas y bares y restaurantes.
De acuerdo con expertos citados por el medio británico, el bloqueo fronterizo así como la ubicación geográfica de Nueva Zelanda fueron factores que jugaron a favor del país.
Nueva Zelanda es un país con una población de 4.9 millones de personas, de acuerdo con datos oficiales.