Los reguladores financieros de Nueva York cerraron Signature Bank ya que las consecuencias de la quiebra la semana pasada del Silicon Valley Bank, de SVB Financial Group, se extienden a otros prestamistas.
Los depositantes del banco con sede en Nueva York tendrán acceso a su dinero bajo “una excepción de riesgo sistémico similar” a la que permitirá a los clientes de Silicon Valley Bank obtener su dinero esta semana, dijeron el Departamento del Tesoro, la Reserva Federal y el Depósito Federal de Seguros en un comunicado conjunto.
“Todos los depositantes de esta institución serán resarcidos”, afirmaron los reguladores. “Al igual que con la resolución de Silicon Valley Bank, el contribuyente no asumirá pérdidas”.
Signature Bank, un banco comercial autorizado por el estado de Nueva York que está asegurado por la FDIC, tenía activos totales de alrededor de 110 mil 360 millones de dólares y depósitos totales de aproximadamente 88 mil 590 millones al 31 de diciembre, según el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York en un comunicado separado.
Por su parte, Silicon Valley Bank se convirtió abruptamente el viernes en el mayor prestamista estadounidense en quiebra en más de una década, desmoronándose en menos de 48 horas después de esbozar un plan para apuntalar el capital.
El banco tuvo una gran pérdida en las ventas de sus valores en medio de las tasas de interés en aumento, lo que asustó a los inversores y depositantes que rápidamente comenzaron a retirar su dinero. Solo el jueves, los inversionistas y los depositantes intentaron retirar alrededor de 42 mil millones de dólares.
Entre los clientes del banco se encuentran una variedad de empresas, incluidas muchas bodegas de California que dependen de Silicon Valley Bank para préstamos y nuevas empresas tecnológicas dedicadas a combatir el cambio climático.
Los dos bancos en quiebra no han sido rescatados y no se les ha proporcionado dinero de los contribuyentes.
BIDEN PIDE CALMA ANTE CIERRE DE BANCOS
Los estadounidenses retiraron ahorros y los inversionistas vendieron ampliamente acciones bancarias el lunes mientras el gobierno federal se apresuraba a asegurar a la población que el sistema bancario era seguro después de que dos quiebras bancarias alimentaran los temores de que más instituciones financieras pudieran caer.
El presidente Joe Biden insistió en que el sistema estaba a salvo después de que ocurrieran la segunda y la tercera quiebras bancarias más grandes en la historia de la nación en un lapso de 48 horas.
En respuesta a la crisis, los reguladores garantizaron todos los depósitos en los dos bancos y crearon un programa que en la práctica ofreció un salvavidas a otros bancos para protegerlos de una corrida de depósitos.
“Sus depósitos estarán allí cuando los necesite”, dijo Biden al público, buscando proyectar calma. También dijo que los ejecutivos bancarios responsables de las quiebras rendirán cuentas.
El único fracaso más grande en la historia bancaria de Estados Unidos fue el colapso de Washington Mutual en 2008.
En ambos casos, el gobierno acordó cubrir los depósitos, incluso aquellos que excedían el límite asegurado por el gobierno federal de 250 mil millones de dólares.