La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, sostuvo una reunión este viernes con la ministra de Comercio Exterior de Canadá, Mary Ng en la que abordaron su preocupación por la propuesta del gobierno de Estados Unidos para dar incentivos fiscales por familia para comprar un vehículo eléctrico de manufactura estadounidense.
La propuesta aumentaría a 12 mil 500 dólares el crédito para la compra de un auto eléctrico en Estados Unidos, siempre y cuando el coche sea ensamblado por mano de obra estadounidense sindicalizada y su batería cumpla con un mínimo de contenido nacional.
México y Canadá calificaron la propuesta como una movida proteccionista y una amenaza para sus exportaciones y proyectos de inversión. Consecuentemente, la ven como una violación directa a los compromisos dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Ambas [funcionarias] coincidieron en la relevancia de que Estados Unidos respete los compromisos adquiridos en el T-MEC”, informó la Secretaría de Economía a través de una tarjeta informativa.
La oficina de Mary Ng añadió que también se tocó el tema de las reglas de origen para exportaciones automotrices en el T-MEC, donde México y Canadá mantienen una interpretación que choca con la estadounidense.
“La ministra también señaló que se trabajará de cerca con México para lidiar con la interpretación de EU sobre reglas de origen automotriz en el T-MEC, incluyendo en un contexto de consultas para resolución de controversias”, informó el gobierno canadiense en un boletín.
Los humos se calientan entre los tres países, que apuntan a fortalecer su relación comercial y convertirse en un bloque altamente competitivo a nivel global. En la única reunión trilateral celebrada hasta ahora por sus mandatarios, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hizo un llamado a sus homólogos para concretarse como bloque y contrarrestar el crecimiento de Asia.
Estados Unidos tiene sus propios reclamos. Sus legisladores y empresarios siguen preocupados por los giros en la política energética de México, que está virando hacia un modelo en el que hay mayor dominio del Estado y la inversión privada queda en los márgenes. También reclaman presuntas barreras a la entrada de productos biotecnológicos.
Con Canadá mantienen un desacuerdo por un impuesto a los servicios digitales que el gobierno de Justin Trudeau planea activar el próximo año en lo que se concreta un tratado fiscal multilateral con gravámenes para gigantes tecnológicos como Google y Facebook.