Esa pensión no la tiene ni Oba.... ¡Sí la tiene!
Entre las fake news y rumores sobre los presuntos fallecimientos de presidentes y expresidentes de Estados Unidos, además de todo lo que está pasando con el actual proceso electoral, comenzaron a surgir interrogantes entre los interesados en la cultura e historia del país vecino del norte, sobre todo de cómo viven aquellos que dirigieron a una de las naciones más importantes del mundo.
Actualmente hay cuatro expresidentes de EU con vida: Donald Trump, Barack Obama, George W. Bush, Bill Clinton y Jimmy Carter.
De acuerdo con el portal Profiles of U.S. Presidents, en 2001, el salario del presidente se elevó a 400 mil dólares al año, pues se esperaba que ningún ex presidente se quede sin dinero ya que a lo largo de la historia ha habido mandatarios estadounidenses que sí se han visto en serios problemas económicos.
El expresidente Harry Truman era tan pobre a su regreso a Missouri que tuvo que mudarse la casa de su suegra. Esperaba algún alivio mediante la aprobación de un proyecto de ley de pensiones que lanzó, pero Sam Rayburn, el presidente de la Cámara, no aceptó la propuesta año tras año. Cuando finalmente se convirtió en ley durante la administración Eisenhower, en 1958, la pensión ascendía a 25 mil dólares.
Según la Ley de Ex Presidentes que firmó Eisenhower, los expresidentes tienen derecho a una pensión vinculada en monto al salario de los miembros del gabinete. Además, reciben el privilegio de franqueo (envío gratuito) para toda la correspondencia no política, espacio y personal de oficina pagados por el gobierno y asignaciones para viajes.
También tienen protección vitalicia del Servicio Secreto para ellos, su cónyuge y sus hijos hasta que cumplan dieciséis años. Las viudas están protegidas hasta que se vuelvan a casar.
Los expresidentes vivos actualmente cuentan con una pensión cercana a los 200 mil dólares al año, es decir, la mitad de su salario como mandatarios, sin embargo, aún es incierto si Donald Trump, que ahora participa en la contienda electoral, al ser un empresario millonario aceptó su pensión pues durante su gestión como presidente, la Casa Blanca informó que regresaba su salario integro.