Aumenta la evidencia de que el que una persona se haya contagiado del COVID-19 no es garantía de que no volverá a contraer alguna de las variantes de la enfermedad.
Uno de los grandes interrogantes de la pandemia es cuánto dura la inmunidad tras un contagio. Los expertos siguen pensando que es bastante improbable volver a infectarse y, en todo caso, que un segundo contagio no es tan grave como el primero. Pero hay nuevos datos que generan inquietud.
En Sudáfrica, un estudio detectó una variante del virus en el 2 por ciento de las personas que ya se habían contagiado con una versión previa.
En Brasil también se documentaron nuevos contagios con una nueva variante. Los investigadores tratan de determinar si una segunda infección ayuda a explicar un gran brote en Manaus, donde se cree que tres cuartos de los residentes se habrían contagiado previamente.
En Estados Unidos un estudio reveló que el 10 por ciento de reclutas de la infantería de marina habían tenido una infección previa y reiteradamente dieron negativo antes de iniciar la instrucción básica, y que luego volvieron a infectarse. Este estudio fue hecho antes de que se comenzasen a esparcir las variantes, según el líder del estudio, el doctor Stuart Sealfon, de la Facultad de Medicina Icahn de Mount Sinai, Nueva York.
“El que te hayas infectado una vez no te da garantías de nada”, declaró. “Sigue habiendo un riesgo importante de contagio”.
Por más que los síntomas de una segunda infección sean leves, representan un problema de salud pública, ya que siempre está latente el peligro de contagiar a otros. Por ello los expertos promueven las vacunas como una solución a largo plazo y alientan a la gente a usar tapabocas, mantener distancias y lavarse las manos con frecuencia.
“Es un incentivo para hacer lo que venimos predicando: Vacunar a tanta gente como sea posible, lo más rápido que sea posible”, dijo el doctor Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas del Gobierno estadounidense.
“Los datos disponibles hacen pensar que la protección de una vacuna tal vez sea mejor” que una infección natural, señaló Fauci.
Los médicos de Sudáfrica empezaron a preocuparse cuando vieron brotes a fines del año pasado en zonas donde los exámenes de sangre daban a entender que la gente ya había contraído el virus.
Hasta hace poco todo hacía pensar “que las infecciones previas daban protección por al menos nueve meses” y que una segunda infección sería “relativamente leve”, manifestó el doctor Shabir Madhi, de la Universidad de Witwatersrand de Johannesburgo.
Los científicos descubrieron una nueva versión del virus que es más contagiosa y menos susceptible a ciertos tratamientos. Ahora causa más del 90 por ciento de los contagios nuevos en Sudáfrica y se ha esparcido a 40 países.
Madhi encabezó un estudio de la vacuna Novavax en el que se comprobó que era menos efectiva contra la nueva variante. El estudio también reveló que la nueva variante afectaba por igual a quienes ya habían contraído el virus previamente y quienes no.
“Lo que nos dice esto, lamentablemente, es que las infecciones con variantes previas del virus no protegen contra las nuevas variantes”, manifestó.
En Brasil, un aumento en las hospitalizaciones en Manaus en enero causó alarma y reveló la presencia de una nueva variante que es más contagiosa y menos vulnerable a ciertos tratamientos.
“La reinfección puede ser uno de los causantes de estos casos”, dijo la doctora Ester Sabino de la Universidad de Sao Paulo. En un artículo publicado por el periódico Lancet dio posibles explicaciones. “Todavía no hemos establecido con qué frecuencia sucede esto”.
Científicos de California también investigan si una variante identificada hace poco puede ser la responsable de los nuevos contagios o del aumento de infecciones allí.
“Las infecciones naturales pueden dejarte con cierto nivel de inmunidad”, declaró el inmunólogo E. John Wherry de la Universidad de Pensilvania. “Me siento optimista de que nuestras vacunas ofrecen un poco más de protección”.