China informó de un nuevo grupo de contagio por coronavirus en la ciudad portuaria oriental de Qingdao, rompiendo una racha de más de dos meses sin transmisión local, lo que subraya el riesgo de resurgimiento en países que han logrado casi la erradicación del patógeno.
La ciudad de la provincia de Shandong anunció el domingo que encontró tres casos asintomáticos vinculados a un hospital que trata a pacientes con COVID-19 provenientes del extranjero. Las pruebas ampliadas de los pacientes y el personal del hospital encontraron otras nueve infecciones; del total de 12 en el grupo hasta ahora, seis son asintomáticas.
Se están realizando más exámenes y apuntan a cubrir toda la ciudad de 9.5 millones en cinco días, indicó este lunes la comisión de salud local.
El grupo ahora se ha convertido en el más grande de China en meses, lo que refleja la dificultad de erradicar el coronavirus en cualquier país cuando los brotes aún se están propagando rápidamente en lugares como India y Estados Unidos mientras se recuperan en Europa.
Varias naciones de la región de Asia y el Pacífico como Tailandia y Nueva Zelanda también han mantenido largos periodos libres de virus, solo para ver al patógeno volver a 'levantar la cabeza'.
"Un solo momento de negligencia puede proporcionar una vía para que el virus pase por debajo del radar, y luego causará varios casos domésticos", precisó Zhang Wenhong, director de enfermedades infecciosas del Hospital Huashan de Shanghai, quien asesora al gobierno local sobre la estrategia de contención. "Este es el riesgo contra el que debemos plantear nuestra respuesta".
Aún así, es poco probable que el nuevo grupo interrumpa el progreso de China para superar el COVID-19 a medida que su economía se recupera y la vida vuelve a la normalidad para la gran mayoría de los ciudadanos.
El mes pasado, Qingdao también encontró a dos trabajadores del puerto, responsables de descargar mariscos congelados, que dieron positivo en controles de rutina sin mostrar síntomas.
China suspendió las importaciones de alimentos congelados de plantas en varios países después de detectar el virus en el empaque o la superficie de carnes y mariscos importados.
Las autoridades de Qingdao ahora se apegan a la misma estrategia que China ha utilizado para frenar los resurgimientos después de que contuvo el brote mortal inicial en Wuhan.