Desde que tomó protesta como la primera gobernadora de Baja California —el pasado 31 de octubre de 2021—, la morenista Marina del Pilar Ávila Olmeda tenía clara la responsabilidad que estaba adquiriendo y que el encargo para el que fue elegida tiene una fecha de conclusión, por lo que debía entregar resultados.
En entrevista con Nación321, la mandataria confiesa que “los puestos públicos son pasajeros y tú sabes, desde el momento que dices ‘sí, protesto’, cuál va a ser tu último día en el cargo”.
En ese sentido, acota que los políticos no pueden “enamorarse de la silla. Tienes que hacer lo mejor que puedas para dejar algo para el estado que estás gobernando, por la gente que te dio la oportunidad y la confianza de ser su representante”.
A poco más de tres años de haber tomado las riendas del estado, hace un recuento de su administración. Sabe que se encuentra a la ‘mitad del camino’ y tiene la mira puesta en lo que buscará dejar como legado en la entidad que la vio nacer hace 39 años.
“En estos primeros tres años de gobierno logramos bajar el 10% de la pobreza en el estado, así que estoy convencida que podemos erradicar la pobreza extrema”, cuenta.
Maestra en Derecho Público, Ávila Olmeda dice que su gobierno seguirá teniendo como prioridad el combate frontal a “las desigualdades sociales, los rezagos sociales, que Baja California sea el primer estado de la República sin pobreza extrema”.
Por lo anterior, afirma que lo que sigue para su estado “es la inversión pública, pero mi reto más grande, mi meta es que logremos erradicar la pobreza extrema en Baja California, sí es posible”.
COLABORACIÓN CON EL GOBIERNO FEDERAL Y TRANSICIÓN
Emanada de Morena, la gobernadora recuerda que se unió al movimiento en 2012, cuando tenía 27 años, en ese entonces tocaba “puerta por puerta” para llevar a los ciudadanos el periódico Regeneración, el puente informativo entre el partido y la sociedad.
Añade que la labor realizada por López Obrador fue la que la influenció su decisión de unirse a Morena. “Ha sido de muchísima admiración para millones de jóvenes quienes crecimos en ese tiempo, en esa década en las que los gobiernos nos llaman ‘ninis’, y él fue el único en levantar la voz por nosotros, él generó un relevo generacional, que millones de jóvenes nos interesáramos en la política y yo soy una de esas jóvenes”.
El trabajo realizado al interior del partido la llevó a contender y ganar las elecciones a diputada local y presidenta municipal de Mexicali, en 2016 y 2018, respectivamente.
Conocedora de las bases morenistas, su gestión estatal ha estado abrigada por el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, de quien no tiene empacho en reconocer que tuvo “todo el apoyo”... hasta presume haber sido “chiquiada”.
Revela que el político tabasqueño la acompañó en la construcción de obras locales de gran relevancia como el Viaducto Elevado de Tijuana, que tuvo un costo de 10 mil millones de pesos; o la modernización de las aduanas, que requirió de 20 mil millones de pesos; la construcción de la garita Otay II, la más moderna del planeta; o la rehabilitación de la planta de tratamiento San Antonio de los Buenos, ejemplos que, afirma, dan cuenta de que López Obrador la tenía consentida.
Una vez que el pasado 30 de septiembre concluyó el mandato del expresidente, la gobernadora subraya que también cuenta con el cariño y apoyo de la primera presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo.
Recuerda que “de sus primeras giras como Presidenta de la República fue justamente a Baja California; yo fui muy chiquiada por el presidente López Obrador y, no es por presumir, pero también me siento muy chiquiada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la presidenta quiere mucho a Baja California, y Baja California la quiere mucho a ella”.
Resalta que la entidad que gobierna fue el estado del norte en el que más votos obtuvo la mandataria federal en los comicios del pasado 2 de junio: “Baja California fue de los estados en todo el país con la votación más alta para la Presidenta; ella ganó ahí con el 66%, ‘amor con amor se paga’ y los bajacalifornianos la queremos muchísimo, entonces es recíproco”.
TIEMPO DE MUJERES Y EL FUTURO
Cuestionada sobre la visión de Sheinbaum de que es “tiempo de mujeres”, Marina del Pilar Ávila afirma que “se nos hizo a todas, llegamos todas” a la Presidencia.
“Hace 6 años en México era impensable que nos gobernara una mujer, hoy nos gobierna la primera mujer Presidenta y la mitad de nuestro país está gobernado por mujeres”, analiza.
Explica que las mexicanas “estamos llenando los espacios por los que muchas lucharon y nosotras lo estamos consiguiendo pero que no se nos olvide que detrás de estos logros hubo una lucha de muchos años y de muchas mexicanas que lo hicieron posible”.
Finalmente, cuando concluya su encargo, en 2027, Marina del Pilar adelanta que su lucha continuará “desde cualquier espacio en este gran movimiento que me lo ha dado todo”.
Espero poder seguir sirviendo a mi pueblo desde donde esté, lo voy a seguir haciendo con mucha tranquilidad, con mucha humildad, lo haré desde cualquier espacio, desde mi casa, con mis hijos, con mis bebés, pero siempre voy a estar ahí, en este oficio”, indica.
Se dice ambiciosa de “hacer política de la buena, no de la politiquería para ‘colarse’. A mí me gusta la política de la buena y es de las primeras enseñanzas que me ha dejado el Presidente: que la política de la buena es esa que está cercana al pueblo y nunca olvidar escuchar los sentimientos de la gente, del pueblo, seguiremos desde cualquier espacio, muy orgullosa de mi movimiento”.