Alicia Bárcena, secretaria de Relaciones Exteriores, expresó a Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, la preocupación del gobierno mexicano por la colocación de boyas alambradas, en una especie de muro flotante, en el Río Bravo.
“Estamos muy preocupados por el tema, y agradecidos porque el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha interpuesto una demanda contra el gobierno de Texas”, dijo la canciller.
Bárcena aseveró que la mayor parte de las boyas “están del lado mexicano” y en conferencia con Antony Blinken, en su gira por Washington, confió en encontrar una solución conjunta con Estados Unidos.
“Me voy con mucha esperanza, de que vamos a crear, posiblemente, un grupo de trabajo para ver primero qué dice la Corte Federal, qué podemos hacer para resolver este tema muy pronto”, señaló la canciller mexicana.
El mes pasado, el departamento de Justicia de Estados Unidos también tomó postura en contra ante la medida anti-migratoria del Gobierno de Texas, que se trata de una barrera flotante de boyas del tamaño de una bola de demolición, que el estado colocó en el Río Grande.
El gobierno de EU dijo que esta medida viola la ley federal y plantea preocupaciones humanitarias para los migrantes que cruzan a Estados Unidos desde México.
El gobierno del presidente Joe Biden dijo al gobernador republicano Greg Abbott que la barrera instalada este mes cerca de la ciudad fronteriza de Eagle Pass, Texas, era "ilegal".
"La barrera flotante representa un riesgo para la navegación, así como para la seguridad pública, en el Río Grande, y presenta preocupaciones humanitarias", dice la carta, que también informa al estado que el Departamento de Justicia tiene la intención de demandar si no se eliminan las barreras.