Tras las declaraciones del embajador estadounidense, Ken Salazar, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, se negó a dialogar con autoridades de Estados Unidas sobre la reforma al Poder Judicial de la Federación, que él impulsa pues, dijo, "es asunto de los mexicanos".
"Es como si yo fuera a Washington a dialogar sobre la venta de armamentos para hacer la guerra en el mundo", expresó el mandatario mexicano durante la conferencia de prensa mañanera desde Palacio Nacional.
Asimismo, recordó que ningún extranjero puede tratar asuntos que le corresponden a los mexicanos, pues, señaló, es uno de los principios básicos de independencia y soberanía.
Sobre la posibilidad de que los estadounidenses crean que tienen derecho a intervenir, debido a que participan en el T-MEC, AMLO señaló que “el tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía, el tratado es comercial, es para tener una buena relación económica-comercial que nos conviene a las dos naciones. Pero no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un estado asociado”.