Porque los pobladores aseguran que el gobierno no ha cumplido su compromiso de garantizar abasto de agua
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este miércoles que detrás de la toma de la presa La Boquilla, en Chihuahua, hay motivaciones político-electorales.
"Hubo ayer una movilización de campesinos, de agricultores y de políticos y tomaron la presa que se está utilizando para cumplir con el compromiso que se tiene de entregar agua a Estados Unidos de conformidad con el tratado de 1944, pero como hay intereses político-electorales, se ha agarrado esto de bandera", comentó.
López Obrador afirmó que, en la mañana del martes, exgobernadores de Chihuahua y dirigentes del PAN encabezaron un mitin sobre el asunto, aunque no participaron en la marcha que se dio después hacia la presa.
Sobre la toma de las instalaciones, el mandatario explicó que se tomó la decisión de que la Guardia Nacional abandonara el sitio.
"Se tuvo que cerrar para no caer en provocaciones", comentó el presidente.
Los elementos de este cuerpo de seguridad se encontraban en el sitio para garantizar la extracción de agua para su envío a Estados Unidos.
Aseguró que la actuación de la Guardia Nacional fue prudente y con su salida del lugar se evitaron tragedias.
“Muy lamentable lo que sucedió ayer, de manera prudente la Guardia Nacional se salió para evitar una confrontación, un enfrentamiento, considero que fue adecuado su procedimiento, en otra presa hubo enfrentamiento y se está haciendo la investigación de todo lo sucedido”, añadió.
El martes, más de un centenar de agricultores de la región centro del estado de Chihuahua marcharon hacia la presa. Armados con piedras y garrotes, los campesinos irrumpieron por la fuerza al lugar, donde tuvieron un breve enfrentamiento con los efectivos, quienes después abandonaron las instalaciones.
Tanto el presidente como la Comisión Nacional del Agua (Conagua) han asegurado que el cumplimiento del acuerdo entre México y Estados Unidos no compromete el abasto de agua para Chihuahua.
En la conferencia del pasado 3 de septiembre, López Obrador planteó incluso que buscaría reunirse de nuevo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, si el tratado ya no es favorable para el país.