El arrendamiento es un acuerdo entre personas, por lo cual siempre está sujeto a las decisiones de una u otra parte. Sin embargo en el caso del arrendador, siempre existe la posibilidad de querer recuperar su inmueble por alguna u otra razón.
Y aunque está en su derecho, debe seguir un proceso y tener motivos bien fundados para ello. En caso de que no sea así y obligue al inquilino a desalojar, estaría incurriendo en un acto ilegal.
Existe falta de información en este aspecto, por ello, en esta ocasión Vivanuncios, el portal inmobiliario de eBay, te comparte las siguientes recomendaciones si alguna vez tú o un conocido ha escuchado “Me quieren desalojar ¿qué puedo hacer?”. Toma nota atentamente.
Revisa la legislación
El Código Civil Federal es el documento que regula el arrendamiento en nuestro país. El artículo 2489 habla de los motivos por el que un arrendador puede rescindir el contrato, los cuales son cinco:
Así que si dices “Me quieren desalojar ¿qué puedo hacer?” pero sabes que no has cometido ninguna de estas faltas, no tienes porqué preocuparte, pues no existe ningún motivo fundado para desalojarte de la vivienda.
Además, las obligaciones del arrendador, expresadas en el artículo 2412, fracciones III y IV del Código Civil son no estorbar el uso del inmueble, sino garantizar su uso y goce pacífico mientras el contrato de arrendamiento se encuentre vigente.
Esto último se conoce como derecho de posesión y debe ser garantizado en todo momento.
Revisar el contrato
Si rentas una casa y te quieren sacar infundadamente, revisa el contrato de arrendamiento y pidele al arrendador que te especifique la cláusula o cláusulas en las que se está basando para pedirte el desalojo.
Debes saber que ninguna cláusula de un contrato puede contradecir lo establecido en la Ley, en este caso el Código Civil Federal, pues esto se considera una cláusula abusiva que puede ser anulada por un juez.
Antes de firmar el contrato de arrendamiento, debes hacerlo con la asesoría de un abogado. Sin embargo, en caso de que lo hayas hecho por cuenta propia, aún cuentas con esta protección en una eventual confrontación legal.
Buscar asesoría legal
El arrendador no puede desalojarte así sin más o recurrir a acciones como cambiar cerraduras o sacar tus cosas del inmueble en tu ausencia, pues estaría incurriendo en un delito llamado despojo. La única forma de rescindir un contrato de forma unilateral es mediante un juicio civil, donde el arrendador deberá presentar las pruebas de sus argumentos y sólo si el fallo es a su favor, podrá proceder a pedirte el desalojo del inmueble.
Es claro que lo mejor es llegar a un acuerdo por la vía pacífica, pero si es necesario, deberás defender tus derechos como arrendatario. Si el arrendador persiste en intentar desalojarte aún cuando sabes que no tiene fundamentos, deberás recurrir a los servicios de un abogado para seguir este proceso por la vía judicial.
Recabar evidencia
Reúne todos los recibos y facturas de los pagos que has efectuado, los recibos de pago de servicios, toma fotografías del inmueble para comprobar que no lo has dañado, modificado o usado para un fin diferente al habitacional.
Si te es posible, consigue testigos que puedan comprobar tus argumentos de defensa en el eventual juicio. Lo mejor es no llegar a esta instancia, pero si debes hacerlo, debes estar muy bien preparado en el aspecto legal.
No hay contrato escrito
El hecho de que no haya un contrato escrito no significa que el contrato no exista. De hecho, la no existencia de un documento escrito se imputa al arrendador, según lo establecido en el artículo 2448 F.
Para comprobar la relación de arrendamiento, puedes acudir a las pruebas ya mencionadas, es decir, los recibos de renta y de pago de servicios, que servirán como evidencia al juez del tiempo que llevas viviendo en el inmueble.
Un juicio es un proceso largo y costoso, por lo tanto, la mejor opción es terminar pacíficamente el acuerdo, para lo cual se necesita que exista una buena relación entre arrendador y arrendatario.
Lo mejor es evitar el arrendamiento informal, y contar con el respaldo de un contrato escrito. De esta forma, ambas partes estarán protegidas y se podrán tomar acuerdos de manera más sencilla, sin tener que recurrir a participantes externos.