MÉRIDA, Yuc.- Tras dos años de pandemia, este 2022, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), permitió la entrada a seis mil personas a la zona arqueológica de Chichén Itzá, mismo que buscaban recibir el equinoccio de primavera y ver el “descenso de Kukulcán”.
Minutos antes de las cinco de la tarde, Kukulcán llegó a su encuentro con el mundo terrenal en la zona arqueológica de Chichén Itzá; sin embargo, el movimiento en el municipio de Tinum, Yucatán, comentó desde antes de medio día, con la llegada de camiones y camionetas de servicios turísticos, así como vehículos con turistas nacionales e internaciones.
Ya adentro de la zona arqueológica considera como una de las siete maravillas del mundo, los asistentes escucharon la narración de la formación de la serpiente emplumada en los escalones del Castillo construido por los mayas en honor a su deidad Kukukcán, que según los pobladores de esta ciudad prehispánica su llegada marca el inicio, de la primavera y de un buen ciclo de prosperidad en las cosechas.
Este día Chichén Itzá recibió a cientos de personas que llegaron para cargarse de energía, otras para realizar sus ceremonias y rituales mayas, para tener un buen año. La zona arqueológica mostró gran afluencia en las taquillas, donde se formaron largas filas de visitantes que compraron sus entradas.
Aunque la cantidad de personas asistentes fue menor a la de años anteriores a la pandemia, donde permitía la entrada a 15 mil personas, los prestadores de servicios vieron en este evento un respiro a meses de inactividad, principalmente los ubicados alrededor de la zona arqueológica, como son hoteles y restaurantes de Pisté, que lucieron a lo máximo de su capacidad en el porcentaje permitido por las autoridades.