Ecatepec, EDOMEX.- Tras pasar 14 años presa en el penal de Chiconautla del municipio de Ecatepec, Lucía, de 46 años, obtuvo su liberación tras ser beneficiada por la amnistía.
La mujer fue sentenciada a 43 años y 9 meses de prisión por el homicidio de su cónyuge, pero luego de que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) analizara su caso, solicitó al Poder Judicial otorgarle la liberación.
“Después de todo lo que documentamos a partir de nuestros especialistas encontramos que había una mujer cumpliendo una sentencia por un delito que fue juzgado sin perspectiva de género, sin conocer el contexto de violencia sistémica en el que ella vivió, y varios derechos humanos se le violentaron durante ese proceso”, explicaron funcionarios de la CDHEM.
Lucía vivió nueve años con un policía auxiliar con el que sufrió violencia física, sicológica, sexual y económica.
El día en que se registró el homicidio, este sujeto ingresó a la vivienda familiar en estado de ebriedad, donde intentó agredir a Lucía con un cuchillo; después de un forcejeo ella le quitó el arma y lo lesionó en el tórax.
No era la primera vez que Lucia era agredida de esta manera por su pareja sentimental, ya en otras ocasiones la había amenazado con matarla.
Durante una revisión a su expediente, la CODHEM detectó que Lucía enfrentó violaciones a derechos humanos durante el proceso penal, como su detención, que no cumplió con los requisitos constitucionales ni legales necesarios para justificar una captura por flagrancia equiparada.
También estuvo en estado de indefensión durante la entrevista realizada por los policías que la detuvieron, porque no contó con la asistencia de un abogado.
Posteriormente, el litigante que la defendió omitió invocar la figura jurídica de exceso en la legítima defensa, estrategia que habría proporcionado un contexto diferente a los hechos que se le imputaban.
Tampoco el defensor solicitó la exclusión de los medios de prueba obtenidos en contravención a derechos humanos, es decir, la declaración de Lucía y la declaración de su hija, que habrían sido cruciales en la decisión del juez al emitir la sentencia condenatoria.
Aunado a ello, se corroboró que, por su condición, el caso de Lucía encuadra en diferentes categorías de vulnerabilidad que señala la Ley de Amnistía del Estado de México, como ser mujer y sufrir varios tipos de violencia.
La víctima vivía con dos hijas, su cónyuge y su suegra en un pequeño departamento rentado que era insuficiente para las personas que lo habitaban, donde era golpeada constantemente, recibía amenazas, insultos y abuso sexual.
También Lucia padecía rezago educativo, debido a que sólo contaba con estudios de secundaria, y su ingreso económico no alcanzaba para satisfacer sus necesidades básicas.
Al abandonar el reclusorio, una Lucia alegre pero marcada por casi tres lustros de encierro, comentó que ojalá las leyes volteen a ver el lado humano y no sólo lo jurídico de las personas privada de su libertad. Su familia la recibió a las puertas del penal con risa, llanto y flores.
Por su parte, funcionarios de la CODHEM, que se encontraban en el lugar, reconocieron el trabajo de la sociedad civil, "en este caso de 'La Cana', ya que la coordinación con esta asociación permitió conocer este caso".