Los tiroteos provocaron la movilización del Ejército, la Guardia Nacional, la policía estatal y la fiscalía del estado, que se desplegaron por toda la ciudad, pero según el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, una ONG presente en la región, falló la coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad.
Según los testimonios recabados por este colectivo “durante más de una hora se generaron angustiosos llamados de auxilio... y ninguna autoridad respondió oportunamente”.
La Fiscalía General de la República (FGR) asumió las investigaciones del caso junto con la Fiscalía del estado de Tamaulipas.
El jueves, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que cinco sujetos fueron detenidos por su presunta participación en las masacres. De ellos, uno fue en flagrancia y dos ya fueron identificadas plenamente.
Los eventos de Reynosa ocurren en medio de crecientes cuestionamientos contra las políticas de seguridad del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien luego de tres años en el poder sostiene que sus acciones contra la delincuencia, que se sustenta bajo el lema de “abrazos, no balazos”, han sido más efectivas y menos violentas que en administraciones pasadas.
Analistas y opositores refieren que el Gobierno no tiene un plan de seguridad definido y solo aplica acciones aisladas que no han contribuido a resolver el problema, mientras las organizaciones criminales y los cárteles de droga han ampliado sus áreas de control.
Reynosa, con más de 600 mil habitantes, es escenario habitual de actos de violencia vinculada al crimen organizado y punto estratégico de los tráficos ilegales. En esa región opera el Cártel del Golfo que tiene en su seno distintos grupos que luchan entre sí para controlar territorios clave para el tránsito de drogas y migrantes.
En los primeros cinco meses del año los delitos federales bajaron 27.2 por ciento, en comparación con igual periodo del 2019, dijo el lunes la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien agregó que entre enero y mayo hubo una disminución de 2.9 por ciento en los homicidios dolosos, respecto del mismo periodo del año pasado, que alcanzaron un total de 14 mil 243 casos.
Con información de Ignacio Alzaga.