El olfato de los ‘sabuesos’ fue determinante para resolver tres crímenes de alto impacto en la zona del Bajío mexicano. En tres casos separados, perros detectaron restos humanos de personas ejecutadas en Zacatecas, Irapuato y Celaya.
Mediante mensajes en redes sociales, varias personas tomaron las noticias con humor y señalaban que “esos sí son perros policías”, pues con su trabajo realizaron los hallazgos de ejecutados.
ZACATECAS
En el caso más sonado ocurrido en 27 de octubre, los vecinos del municipio de Monte Escobedo, Zacatecas, se sorprendieron al ver a un perrito caminando y con una cabeza humana en el hocico.
Como era víspera de Día de Muertos, algunos pensaban que se trataba de una broma macabra, sin embargo la realidad fue que el canino llevaba el cráneo de un hombre que había sido descuartizado y abandonado en un cajero automático junto a un narcomensaje.
El hecho fue videograbado por unas personas que trataron de seguir al perro con su ´botín´ en el hocico que seguramente planeaba que fuera su cena. El animal logró escapar de la vista de los testigos y fue 11 horas después que la cabeza del ejecutado fue hallada dentro de un corral cercano.
Las investigaciones señalaron que la víctima fue dejada por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación.
EN CELAYA
Dos semanas antes, un grupo de “lomitos” descubrieron también con su olfato el cadáver de una persona, pero los canes ya devoraban los restos antes de que llegaran los uniformados.
El hallazgo realizado por los perros fue en un predio de la colonia Santa María, de Celaya, Guanajuato. La jauría fue espantada por las autoridades y se hizo el levantamiento de lo pocos indicios que dejaron los peludos.
Las investigaciones preliminares de las autoridades tienen como línea de investigación que el hombre pudo ser asesinado a golpes. La víctima no pudo ser identificada porque gran parte de sus restos se los comieron los animales.
FOSAS EN IRAPUATO
Otro caso más de perros que descubrieron un crimen se registró en Irapuato, del mismo estado de Guanajuato, donde un grupo de perros que paseaban tranquilamente por la calle, llenaron de horror a los vecinos al ver que uno de ellos traía en el hocico un brazo humano.
Las autoridades siguieron el rastro de los perros ‘policías’ para dar con una finca abandonada en el Fraccionamiento Santa Fe, donde se encontraban nueve fosas clandestinas.
Al llegar los servicios periciales y luego de ahuyentar a los perros que se pusieron bravos para ser retirados, se halló en el lugar un total de 41 bolsas con restos humanos.
La Fiscalía General del Estado, señaló que los cadáveres estaban descuartizados y decapitados y se calcula que las víctimas tenían pocas semanas de haber sido ejecutadas.
Finalmente las autoridades en el poblado de Cuautla, Morelos, hallaron dentro de un costal de comida para perros a un hombre ejecutado.
El hallazgo se realizó sobre un camellón de colonia Plan de Ayala, del municipio morelense.
En este caso los perros no alcanzaron a llevarse el ‘botín’ y la zona fue acordonada por policías que confirmaron que se veía una pierna humana con un calcetín dentro de una bolsa verde.