El cambio climático y la contaminación que hay en su trayecto de cuatro mil 200 kilómetros, partiendo desde Canadá y pasando por Estados Unidos, ha generado que la mariposa monarca traiga un atraso de entre 10 y 15 días para su arribo a sus santuarios del Estado de México y Michoacán.
Sin embargo, ya se ven los primeros ejemplares en el municipio de Calimaya, en el Valle de Toluca, no así las primeras colonias en municipios como Ecatzingo, Sultepec, Donato Guerra, Valle de Bravo, Temascaltepec y Temascalcingo.
Y aunque no está comprobado, este fenómeno natural se podría orientar por el Sol para hacer su trayecto y las horas de luz natural se han afectado por el cambio climático y la contaminación, lo que ha derivado en su retraso, acentuó el biólogo Alan González Garibay, jefe de departamento de Supervisión y Atención de Parques Recreativos de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf).
“Normalmente las esperamos a finales de octubre y la primer semana de noviembre y apenas estamos teniendo algunos avistamientos, todavía no forman las colonias, pero ya empiezan a observarse, ya no deben tardar. ¿El retraso a que se puede atribuir?, pues hay varios factores, uno, por ejemplo, el cambio climático que en este año en particular ha tenido algunos efectos muy interesantes, otra, por ejemplo, el tema de la contaminación, se ha visto que han tenido afectaciones, porque se dice que las mariposas se orientan por el sol”, explicó el estudioso.
Su retraso a sus santuarios del Estado de México y Michoacán podría ser también a que en San Luis Potosí, principalmente, algunos particulares han sembrado en sus predios el alimento de esta especie con el fin de hacerlos pequeños santuarios y obtener provecho turístico, “ofertar turísticamente sus predios y están sembrando algunas plantas que son del consumo de las mariposas, entonces, sí disminuye el número porque cuando detectan el alimento hacen esas escalas y por eso también tardan y disminuye el número”, agregó el biólogo mexiquense.
Condiciones de su hábitat
De acuerdo al biólogo Alan González Garibay, el arbolado de Oyamel en los municipios de Ecatzingo, Sultepec, Donato Guerra, Valle de Bravo, Temascaltepec y Temascalcingo está en buenas condiciones, así como los riachuelos donde suelen beber agua durante su hibernamiento.
“En el caso de Macheros, Cerro Pelón (Temascaltepec), que está a cargo de Cepanaf, tenemos una presencia permanente de guardia-parques, todo el año están haciendo recorridos de vigilancia, haciendo mantenimiento de brechas corta fuego para que haya una posibilidad menor e importante de connatos de incendio. ¿No están enfermos sus árboles?, no, no tenemos el reporte de que haya plaga en los ejemplares de Oyamel”, externó el especialista.
Trayecto
Se estima que la Mariposa Monarca hace un recorrido de cuatro mil 200 kilómetros, partiendo de Canadá, cruzando por los Grandes Lagos, ya en Estados Unidos, ingresan a México por Nuevo León, para proseguir por San Luis Potosí y Guanajuato e internarse a sus Santuarios en el Estado de México y Michoacán.
Beneficios en los prestadores de servicios
Para Ignacio Rodríguez Domínguez, oriundo de la comunidad de San Mateo Almomoloa, en Temascaltepec, el hecho que llegue la Mariposa Monarca a sus Santuarios representa un importante ingreso para quienes prestan sus servicios al turismo, pues por ejemplo, una vez que se dé la apertura, que es este viernes 17 de noviembre, la renta de un caballo costará por persona 300 pesos, aparte los alimentos que ofrecen los lugareños ya en la zona donde está permitido la estancia para los turistas.
“Para ir es en orden porque hay veces que queremos gritar porque estamos en el bosque, queremos hacer otras cosas y la verdad eso ahí no se puede hacer, si se va se tiene que caminar en silencio, hay que subir con orden y bajar con orden, ya saliendo del Santuario ya se puede platicar un poquito más, ya en el parador turístico ya hay comida, café y tecito de monte, en el Santuario hay que ir con respeto, no hacer ruido”, finalizó el prestador de servicios.
Finalmente, la Mariposa Monarca es susceptible a las sequías extremas, lluvias intensas, granizadas, tormentas y a todo el mal tiempo en general, esto de acuerdo al Sistema Neovolcánico y Mariposa Monarca del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).