ACAPULCO.- Presuntos integrantes de la delincuencia organizada, que operan en la zona poniente de Acapulco, realizaron la quema de por lo menos diez vehículos de reparto minorista y un autobús de pasajeros, además de obligar a transportistas para que bloquearan tres puntos diferentes de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.
De acuerdo con versiones de los propios choferes, fueron obligados a participar en el bloqueo carretero obligados por el grupo criminal que opera en esa zona, para presionar a las autoridades a que dejen en libertad a uno de sus líderes que habría sido detenido este martes, durante un cateo que efectuaron las fuerzas federales en un domicilio particular ubicado en el balneario de Pie de la Cuesta, lo cual no ha sido confirmado ni desmentido por las autoridades.
Pero, ¿cómo ocurrieron los hechos?
Poco después de las 14:00 horas de este 2 de agosto, un grupo de transportistas entre conductores de Urvans, taxis colectivos y tolerados, iniciaron tres bloqueos en puntos como la colonia Jardín; el acceso al balneario de Pie de la Cuesta y un tercero a la altura de la colonia Pedregoso, con el objeto de protestar por los operativos que realizan elementos del Ejército, Marina, Guardia Nacional y Policía Preventiva Estatal para disminuir la inseguridad en esa zona de Acapulco.
Aunado a esto, un grupo de al menos 20 hombres armados, que presuntamente forman parte de un grupo de la delincuencia organizada y que se desplazaban en diversos vehículos y motocicletas, rociaron con gasolina y le prendieron fuego a varios camiones de reparto minorista que se encontraban varados sobre la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo debido al bloqueo de los transportistas.
Entre las unidades quemadas por los delincuentes, se encuentra un autobús de pasajeros de la empresa Estrella de Oro, a cuyos pasajeros y chofer obligaron a bajar, así como un camión de la empresa Bonafont; uno de galletas de la empresa Cuétara; otro de Coca Cola; uno Corona, y dos más de Marinela y Bimbo.
Debido a los tres bloqueos, cientos de automovilistas que se dirigían o salían de este destino de playa, se quedaron varados sobre la carretera federal México-Acapulco, soportando una temperatura superior a los 34 grados y con el temor de ser víctimas de algún atentado por parte de los delincuentes.
A través de las redes sociales, se difundieron fotos y vídeos de personas arrojando líquidos inflamables a los vehículos de reparto y prendiéndoles fuego.
Poco después de las 16:30 horas, más de 150 elementos de los tres niveles de gobierno fueron desplegados para tomar el control de la zona, y con la ayuda de grúas particulares, comenzaron con el retiro de las unidades de transporte, cuyos conductores se negaban a desalojar.
Hasta el momento se reportan sólo daños materiales, sin personas heridas o víctimas que lamentar, así como tampoco detenidos.