Acapulco, GUERRERO-. El ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, insistió en que "tiene la conciencia tranquila" sobre el caso Ayotzinapa, aunque reconoció que el hecho ha representado "una loza muy pesada" que ha cargado injustamente durante 7 años.
Al reunirse con empresarios, académicos y representantes de la sociedad civil en Acapulco, el ex mandatario exigió que las autoridades llamen a declarar a otros ex funcionarios federales que estuvieron involucrados en la indagatoria del caso, como son Jesús Murillo Karam, Eugenio Imaz y Miguel Osorio Chong, entre otros.
"Desde luego que yo soy el más interesado en que se resuelva este lamentable hecho y se aclaren responsabilidades, pero misteriosamente hay personajes que no han sido tocados ni con el pétalo de una rosa", acusó en referencia a los ex funcionarios federales.
Reiteró que fue utilizado como "chivo expiatorio" por el gobierno de Enrique Peña Nieto en complicidad con la ex dirigencia nacional del PRD encabezada por el "impresentable" Carlos Navarrete Ruíz y el grupo de "los Chuchos".
Aguirre Rivero quién acudió a este encuentro acompañado por su ex fiscal Iñaki Blanco, y varios de sus ex colaboradores más cercanos, pidió al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que con las nuevas pruebas que se tienen sobre el destino de los 43 normalistas de Ayotzinapa, "se les diga la verdad de una vez por todas a sus padres, aunque esa verdad sea muy dolorosa".
Lamentó que el caso Ayotzinapa haya servido para que algunas organizaciones y personajes, hayan encontrado su "modus vivendi" y se hayan beneficiado del mismo, como es el caso de Manuel Vázquez alías "Omar el 44" quién ahora es diputado federal.
Además, criticó que todos los detenidos por la investigación que realizó inicialmente su ex fiscal Iñaki Blanco, continúan presos, mientras que todos los que fueron aprendidos posteriormente por autoridades federales ya se encuentran casi todos libres.