Porque quiere ser gobernador de un estado
Aunque ha pasado los últimos 20 años ligado al servicio público –la mayor parte de ellos con salario de legislador—, el candidato del PAN a la gubernatura de Coahuila, Guillermo Anaya, vive a lo grande: posee una mansión de lujo en el corazón de la zona más exclusiva de Torreón, donde se mandó a construir una fortaleza personal, con un precio de mercado que alcanza los 20 millones de pesos.
Se trata de un opulento bunker edificado en un terreno de mil 500 metros cuadrados, enclavado en el exclusivo fraccionamiento Las Villas, en el que priva la discreción. La casa está rodeada por muros de tres metros de alto y se encuentra protegida por dos rejas automáticas, que solo pueden ser traspasadas con código de acceso.
El edificio, construido en estilo moderno minimalista, está alimentado por paneles solares, cuenta con iluminación inteligente y presume de acabados finos en su fachada. Para enfriar los veranos del norte, tiene 10 unidades de aire acondicionado, además de una alberca, varios árboles de nogal y hasta un huerto privado, además de que posee estacionamiento para cinco vehículos.
Imágenes satelitales obtenidas por El Financiero dan una idea del tamaño de la mansión, que cuenta con nueve módulos en los que se reparten 12 habitaciones distribuidas en dos pisos, así como un área de juegos y un pórtico. Son lujos que no cuadran con el salario de Anaya –desde 2000 a la fecha ha ganado como funcionario 15 millones de pesos—y que representan un salto espectacular respecto a su primera casa, ubicada en la popular colonia de Saltillo 400, en donde vivió hasta 2006, según testimonios recogidos por este diario.
La de ahora es una propiedad de la que Anaya nunca ha dado cuenta. Al igual que lo hizo en los comicios estatales de 2011, el panista no ha presentado su declaración 3 de 3, a la que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) convocó a los candidatos a las gubernaturas en Coahuila, Estado de México y Nayarit.
Una investigación de El Financiero en documentos del Registro Público de la Propiedad y Catastro de Torreón detalla que Anaya se hizo del terreno para su futura mansión en octubre de 2012, semanas antes de dejar el Senado de la República, cuando su salario mensual ascendía a 126 mil pesos. Lo adquirió de contado, con un pago de 4 millones cuatrocientos ochenta y ocho mil pesos, según consta en la escritura 512 de la ciudad.
Meses después, según se establece en un oficio de transmisión de propiedad y dominio en poder de este diario, Anaya adquirió un crédito hipotecario de 3 millones 787 mil pesos para financiar modificaciones en la propiedad. Es un crédito que liquidó casi de inmediato: un año y medio después. Nuevamente, de contado, en momentos en los que se desempeñaba como diputado federal y su salario neto ascendía a 74 mil pesos mensuales.
Al precio de compra del terreno en Las Villas –en donde hay casas que llegan a costar 25 millones de pesos— se suman los de la construcción en mil metros cuadrados. En el fraccionamiento, el promedio de costo de edificación asciende a 12 mil pesos el metro cuadrado, según valuadores contactados para este reportaje.
No es la primera vez que el candidato panista es cuestionado por sus propiedades: en las elecciones estatales de hace seis años se dio a conocer que tenía una propiedad en Villa Hidalgo, Durango, de cuatro mil 500 hectáreas, el cual aseguró adquirió en 4.5 millones de pesos.
Al cierre de la edición, Anaya no había respondido a una solicitud de comentarios para este reportaje.