Porque quizá la opinión de algún funcionario público influya en el voto del electorado
Para nadie es un secreto que los funcionarios públicos tienen a su gallo para esta elección presidencial y pese a ocupar cargos públicos, tienen derecho a expresar su opinión y promover el voto por el candidato que más les guste.
Eso fue lo que determinó el Instituto Nacional Electoral (INE) tras resolver una queja interpuesta por el PRI y Morena, en contra de un spot del PAN en el que aparece el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, promoviendo la candidatura presidencial de Ricardo Anaya.
Por unanimidad, los integrantes de la Comisión de Quejas del INE determinaron que el hecho de que Corral ocupe un cargo público, como mandatario de Chihuahua, no restringe sus derechos como ciudadano para expresarse a favor de quien considere.
La consejera Adriana Favela dijo que las expresiones de Corral las hizo en un spot pautado por el PAN y no incurrió en alguna falta, como podría ser el hecho de contratar espacios en medios electrónicos.
"Reconocer que en el caso de Javier Corral tiene expedito su derecho para manifestarse a favor de una opción política y lo está haciendo dentro de la pauta del PAN, no se trata de tiempo contratado", indicó Favela.
Además, precisó que dentro de los promocionales de los partidos, estos tienen amplia libertad para definir el mensaje que quieren transmitir, lo que incluye a las personas que incorporan para emitirlo.
Esta resolución es un precedente ante futuros casos, ya que apenas iniciaron las campañas, y recordó que un asunto similar se presentó en 2012, con Marcelo Ebrard, quien promovía el voto por Andrés Manuel López Obrador.
Por otra parte, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE también declaró improcedentes las medidas cautelares que solicitó el PRD en contra de los spots de Mikel Arriola, en los que critica los gobiernos de izquierda.
Los consejeros electorales precisaron que el contenido de los mensajes del candidato priista a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México forman parte de un "debate más fuerte", pero no pueden considerarse como calumnia.