Porque la política sobre las drogas está cambiando en nuestra región
Ya hay dos iniciativas en el Congreso para legalizar el uso de dos drogas: la marihuana y la amapola. A continuación te explicamos el contenido de estos proyectos de ley que han sido presentados esta 64 Legislatura.
Recuerda que para que una iniciativa se vuelva ley, primero debe ser dictaminada por la comisión correspondiente de la Cámara en la que fue presentada, posteriormente debe ser aprobada por el pleno de la cámara de origen, después por la otra cámara federal y, por último, debe ser firmada por el presidente.
1. AMAPOLA
Este martes, el senador priista Manuel Añorve presentó una iniciativa para legalizar el cultivo de amapola para fines medicinales. El exalcalde de Acapulco argumenta que en su natal Guerrero, uno de los principales productores de amapola, los grupos del narcotráfico han desatado una guerra para controlar los campos de siembra de esa planta, de la cual se deriva el opio, sustancia que genera altos ingresos para los delincuentes pero cuya extracción pone en riesgo a los campesinos.
Añorve también señala que en México hay un déficit de opiáceos, dada la estricta regulación actual de la amapola. Por ello, el priista propone legalizar el cultivo de esa planta para cubrir la demanda para fines terapéuticos y también para brindar una oportunidad de desarrollo económico para las comunidades dedicadas a esa actividad.
2. MARIHUANA
En la actual Legislatura, la primera iniciativa para legalizar el uso medicinal y recreativo de la marihuana fue presentada por la diputada Verónica Juárez, del PRD. Esta legisladora propone que cada ciudadano pueda cultivar hasta tres plantas de cannabis en su hogar, para consumo personal de los mayores de edad.
Esta iniciativa también propone que se regulen clubes de consumo recreativo de la marihuana, pero sin que haga publicidad de ellos por cualquier medio; además, no se podrá fumar marihuana en los espacios 100% libres de humo, como actualmente se prohíbe el consumo de tabaco.
La diputada Juárez argumenta que es el Estado mexicano el que debe asumir los controles de cultivo, procesamiento, distribución transporte y venta al mayoreo de la cannabis. Todo esto, con el objeto de evitar la criminalización de los consumidores de marihuana.