El pasado 18 de noviembre, Christian Carranza, un joven de 18 años, se encontraba en su taller de mantenimiento de motos, en el Centro Educativo Grupo CEDVA plantel Texcoco, en el Estado de México... era una jornada cotidiana.
Sin embargo, en el salón, uno de sus compañeros le roció gasolina en el pantalón, por tal motivo Christian se levantó para acudir al baño y poder limpiarse, sin embargo, otro de los jóvenes lo esperaba con un encendedor y le prendió fuego.
Por el líquido altamente inflamable, las llamas de inmediato bordearon la prenda. Una de sus compañeras acudió al lugar con una chamarra, con la que intentó sofocar el fuego. Alarmado, el estudiante intentó despiojarse de su pantalón y tirarse al suelo, luego, uno de sus profesores acudió con agua para exterminar las llamas.
Finalmente el fuego se consumió pero el daño estaba hecho: Christian estaba quemado desde las piernas hasta la ingle. 20 minutos más tarde llegó la ambulancia para darle los primeros auxilios y fue trasladado al hospital de especialidades Rubén Leñero, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Este miércoles, a mediodía, el padre de Christian esperaba la llegada de un especialista para la atención de su hijo. Lo reportó "estable, (por la noche) aminoraron el ardor de las piernas y partes intimas".
En entrevista con Milenio TV, el padre de Christian indicó que su hijo "sigue estando triste, está con su cara... no lo reconoces", destacó entre lágrimas, mientras pedía justicia "no se vale lo que hicieron".