El pasado fin de semana, Gustavo Ángel Suárez Castillo, viajó de San Antonio, Texas a Nuevo Laredo, Tamaulipas, México para reunirse con su novia y celebrar que se convertiría en padre.
Jennifer Castillo, madre del civil con nacionalidad de Estados Unidos, recibió la noticia de que sería abuela la noche del sábado pasado; sin embargo, no vio el mensaje hasta el domingo por la mañana sin saber que su hijo había muerto por la agresión del ejército mexicano.
“Felicidades para los dos. Soy la abuela más feliz”, respondió la mujer vía mensajería instantánea, pero el estadounidense de 21 años ya no leyó el mensaje.
Suárez Castillo era el dueño y quien conducía la camioneta pick-up blanca que fue baleada la madrugada del domingo por soldados mexicanos en calles de la colonia Manuel Cavazos Lerma, ataque que dejó a cinco personas muertas, un herido de gravedad y un sobreviviente.
Según el análisis forense, Suárez Castillo, quien era contratista en Texas, fue quien resultó con más impactos de bala, con un total de 12, de las cinco personas que resultaron muertas.
La madre del civil muerto, dijo a Televisa que la camioneta no era robada, como aseguró en un inicio la Secretaría de la Defensa Nacional de México, que su hijo la había comprado a crédito y pagaba por ella $700 al mes.
“Dijeron que la camioneta era robada. La camioneta traía sus placas de cartón donde todavía se estaba pagando, porque se la acababan de entregar apenas el 9 de febrero, los militares mismos se los arrancaron, dentro de la camioneta se encontraba la aseguranza” aseguró la señora.
Madre exige justicia para su hijo
Jennifer Castillo también exigió en entrevista con Univisión Noticias, justicia para su hijo y para los otros cuatro hombres que murieron.
“Yo sé que no me van a devolver a mi hijo y yo sé que él ya no va a estar (…) Ni la peor persona del mundo se merece esto que hicieron y sin ninguna razón”, expresó entre sollozos.
Los cinco hombres de entre 20 y 25 años de edad que murieron en un ataque de soldados mexicanos la madrugada del domingo en Nuevo Laredo recibieron un total de 30 balazos. Así lo muestra en la autopsia a la que varios medios de comunicación en México tuvieron acceso.
Según los documentos, Suárez Castillo fue el que más impactos de bala recibió en un ojo, en el cuello, el pecho, el hombro izquierdo, los brazos y piernas.
Humberto Arturo Suárez Pérez, padre de Gustavo Suárez Pérez, quien vive en Nuevo Ladero, dijo a Televisa que llegó después de las 10:00 am al lugar donde murieron su hijo y otros cuatro jóvenes.
“Yo me subí a la camioneta de mi hijo, no encontré ni un arma, no encontré nada, ¿por qué tantos balazos?”, cuestionó mientras se sumó al reclamo de justicia de la señora Castillo, de quien se encuentra separado.
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Por acuerdo de sus padres, Gustavo Suárez Pérez fue sepultado en el poblado de Hidalgo, Coahuila, donde tienen familia.
El jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su conferencia de prensa matutina que "aunque se trate de supuestos sicarios no se debe de permitir la ejecución de nadie. Ya no estamos en el tiempo de 'Mátalos en caliente' o 'remátalos', no, eso no”.
El mandatario agregó que la misma Sedena está investigando, pero además la autoridad civil. "La Fiscalía tiene que llevar a cabo a la investigación completa", aseveró.