Los Juegos Olímpicos son un evento que, como cada 4 años, se esperan con muchas ansias por el planeta.
Su relevancia no sólo tiene que ver con el deporte, sino que, al ser una plataforma internacional, los shows artísticos en la apertura y clausura suelen ser temas que recorren el globo edición tras edición.
Es lo que ocurrió con el performance de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, que fueron altamente ovacionados por una presentación pulcra de todos sus participantes. Sin embargo, hubo una parte del show que no sólo fue criticada, sino también fue rechazada por grupos católicos, quienes se dijeron ofendidos al suponer que un grupo de drag queens representó La Última Cena, de Leonardo Da Vinci.
Ante esta situación y las múltiples muestras de rechazo de parte de grupos religiosos, Anne Deschamps, portavoz de París 2024, salió al quite e indicó que los organizadores "nunca tuvimos la intención de faltarle el respeto a ningún grupo religioso”.
Agregó: "Es evidente que nunca hubo intención de faltarle el respeto a ningún grupo religioso. (La ceremonia de apertura) intentó celebrar la tolerancia comunitaria. si alguien se ha sentido ofendido, lo lamentamos mucho”.
Al respecto, la cuenta de X de los Juegos Olímpicos precisó que dicha escena corresponde a una interpretación de Dionisio, el dios griego del vino, la diversión y el teatro.
Esta versión fue respaldada por Thomas Jolly, director artístico de la ceremonia, quien aseguró que "estaba bastante claro que era Dionisio quien llegaba a esa mesa (…) La idea era más bien hacer un gran festival pagano conectado con los dioses del Olimpo. Nunca encontrarán en mí, ni en mi trabajo, ninguna intención de burla”.