Porque el colapso de la línea 12 ha cobrado la vida de 26 personas
"Somos la voz de los que no llegaron a casa", se lee en una cartulina que sostiene uno de los manifestantes que grita para exigir justicia por los usuarios que no llegaron a su destino, por las 26 personas que abordaron un vagón de la Línea 12 y hoy yacen en un panteón. En las calles también hacen falta 34 personas que permanecen hospitalizadas.
“No fue un accidente fue negligencia”, es el clamor ciudadano ante el colapso de un tren la noche del pasado 3 de mayo en la estación del Metro Olivos, en donde un convoy que iba rumbo a Tláhuac cayó al vacío luego de que una estructura del tramo elevado se venciera.
La manifestación partió de dos sitios, uno fue el Metro Eje Central, en donde se dieron cita los ciclistas, quienes se juntaron con personas que iban a pie y los esperaban en las inmediaciones del Metro Culhuacán. Pasadas las seis de la tarde los manifestantes partieron con dirección a la estación Olivos.
Con las consignas de “¡Usuario, escucha, esta es tu lucha!”, "El pueblo unido jamás será vencido" y "Tláhuac escucha, esta es tu lucha", cientos de manifestantes se abrieron paso en la avenida sobre la cual corre la línea siniestrada.
Flores blancas, veladoras y los rostros de las personas que perdieron la vida fueron parte del contingente, cuyos integrantes pegaron calcomanías con la imagen de la Línea 12, que en lugar del símbolo de la estación tenían la silueta del puente colapsado y los nombres de las personas fallecidas.
Durante el trayecto se enunciaron los nombres de José Luis Hernández García, Juan Luis Díaz Galicia, Melitón Velasco López, Angélica Segura Osorio, Liliana López García, Mario Alberto Bautista Sánchez, Immer del Águila Pineda, Miguel Ángel Vázquez Castellanos, Christian López Santiago, Jesús Baños García, Lorenzo Islas Cruz, Brandon Giovanni Hernández Tapia, Alejandro Mendoza Vega, Sergio Valentín Rodríguez, Carlos Emmanuel Pineda Bernal, Santos Reyes Pérez, Evaristo Lucas Santiago, Gildardo Rodríguez Galicia, Nancy Lezama Salgado, Gabriela Ramírez Medina, Rene Jorge García Méndez, Idelfonso Barrios Castañeda, Ismael Salazar Juárez, Miguel Ángel Espinoza Flores y José Juan Galindo, a cada mención los manifestantes respondían con un “no olvides su nombre”.
Mientras la marcha se desarrollaba una muerte más se sumaría al listado, se trató de Araceli Linares Jiquez, de 52 años, quien estuvo internada en el Hospital Tláhuac desde el lunes 3 de mayo tras el desplome.
A la altura del panteón de San Lorenzo Tezonco, los manifestantes fueron recibidos por una línea de policías capitalinos, que trataron de impedir el paso, lo que generó molestia de los manifestantes.
“¡Déjennos pasar!” y “¡La policía no me cuida, me cuidan mis amigas!”, gritaban los manifestantes entre reclamos a las autoridades capitalinas, a quienes arrojaron flores.
La tensión y empujones duraron alrededor de 15 minutos, hasta que ambas partes llegaron a un acuerdo para que la marcha pudiera acceder a la zona cero.
En el lugar siguen los escombros del siniestro, las vías dobladas al igual que la varilla, la estructura sigue vencida y debajo de ella está un automóvil color vino, está totalmente destrozado, en su interior uno de los 26 perdió la vida.
Enfrente de la vía colapsada se montaron dos altares en memoria a los fallecidos, uno está en la dirección a Mixcoac y otro rumbo a Tláhuac; en ese punto, José Hernández arregla el altar formando una cruz con velas, espera que la jardinera que adaptó se quede como una especie de memorial de la tragedia. El vecino de Tláhuac llegó al siguiente día de los hechos y desde ese momento diario va arreglar las flores y mantener la velas prendidas, su iniciativa hoy se hizo más amplia con las donaciones de flores y velas de los manifestantes.
En altar se lee: “Por los que no volvieron a casa, por los que luchan por su vida en un hospital. Por el pronto consuelo de los familiares, porque está herida en el corazón del mexicano sane. Rezaré por ti y lucharé por justicia”.
La hija de René Jorge García Méndez viene desde Chalco con la fotografía de su padre en las manos. Él murió en el colapso y uno de sus brazos fue mutilado tras el impacto.
Al voltear a ver la estructura quebrada, las lágrimas invaden a los familiares, quienes aseguran que las autoridades sabían que la Línea 12 estaba en malas condiciones.
“Nunca hicieron caso, hay más líneas afectadas y lo único que hacen las autoridades es robarle al pueblo. Estoy aquí porque no voy a descansar hasta que se haga justicia, no me importa dónde tenga que estar ahí estaré haciéndole justicia a mi padre”, advierte la hija de Rene.
El altar en dirección a Mixcoac también tiene una cruz formada con veladoras, juguetes, globos blancos y emojis de caras y gestos, las personas que lo arreglan mencionan que es en honor a Brandon Giovanni Hernández, el único menor de edad que a los trece años encontró su muerte en el Metro.
En el sitio hay un mensaje para los familiares de los 26: “Sé que tu perdida fue muy repentina, mi pésame no va hacer que sufras menos. Pero quiero que sepan que elevo mis oraciones para que encuentren pronto consuelo. Mi corazón está con ustedes”, se lee.
Los manifestantes llegaron a su destino, la estación Olivos, ahí hicieron el pase de lista de los fallecidos y escucharon a una banda de guerra, colocaron veladoras, flores y pancartas una de ellas menciona el destino a donde se quiere llegar: “Próxima estación, ¡justicia!”.